Con el título “¿Se debe usar el término accidente en el ámbito de la investigación científica?” Montserrat Ruiz Pérez(1) elaboró un interesante artículo en el que presentó un estado del arte al respecto. Resulta interesante el análisis de esta cuestión semántica que puede tener trascendencia en la prevención de accidentes.
Su trabajo pretendía recoger el debate generado en el ámbito de la investigación y de la literatura científica, así como presentar alternativas al uso del vocablo accidente. Reproduzco de forma resumida, textualmente, el resultado de su exploración sobre el debate científico sobre la terminología a usar:
En el caso del término accidente, el problema lingüístico y conceptual anteriormente descrito ha llevado a numerosos profesionales de la salud pública y la medicina a intentar evitar su uso argumentando las mencionadas connotaciones de aleatoriedad, acto divino y despreocupación (Baker, 1984; Robertson, 1983; Waller, 1985). Como resultado, la salud pública ha optado mayoritariamente por sustituir dicho término por el de lesión, considerado neutro con respecto a causalidad e intencionalidad. Sin embargo, en la literatura científica algunos autores han argüido que accidente y lesión describen conceptos diferentes. Haddon y Cols (1964) señalaron, por ejemplo, que el término accidente se usa generalmente para describir «sucesos inesperados que pueden generar daños en estructuras animadas o inanimadas» y que su uso solo cubre ciertos tipos de daño.
Pero a la hora de ofrecer pruebas y datos científicos sobre las consecuencias del uso de los distintos términos nos dice que:
No hay datos que muestren que el uso de términos tales como lesión o accidente tenga realmente algún efecto social. Girasek (1999) realizó una encuesta telefónica en EE.UU. a 943 adultos seleccionados al azar con el objetivo de analizar la interpretación que hace la sociedad del término accidente. La mayoría de los entrevistados (71 %) consideraban que los accidentes eran impredecibles, y solo un 4 % los consideraban hechos intencionados. Sin embargo, la mayor parte (83 %) también los definían como sucesos prevenibles, y solo un 26 % consideraron que estaban controlados por el destino. Un estudio previo sobre lesiones infantiles muestra cómo los padres entrevistados destacaban el carácter evitable de las lesiones (Eichelberger, 1990). Por otro lado, también es escasa la literatura sobre el impacto del término accidente en el ámbito profesional. En 2001, Evans (2001) llevó a cabo un estudio comparativo aleatorio con la finalidad de evaluar si el uso del término injury (lesión) en lugar de “accident” influía en la actitud de los profesionales de la sanidad hacia la prevención de los fenómenos en cuestión. Se detectó una diferencia mínima, aunque cuestionable dadas las dificultades metodológicas asociadas a la realización de este tipo de estudios.
“No hay datos que muestren que el uso de términos tales como lesión o accidente tenga realmente algún efecto social”
El final del trabajo de Ruiz, M. no resuelve la pregunta del título de su artículo y concluye así:
Conclusión: Como se ha mostrado, el uso generalizado del término accidente plantea problemas lingüísticos y conceptuales en el ámbito de la salud pública. Las connotaciones de imprevisibilidad y aleatoriedad implícitas en el término han llevado a muchos profesionales del área a evitar su uso y a plantear alternativas. Para evitar dichas connotaciones y destacar el carácter prevenible y predecible de los accidentes parece adecuado hablar de sucesos lesivos para referirnos a las circunstancias que rodean la aparición de una lesión o usar los términos correspondientes y hablar, por ejemplo, de caídas, colisiones, envenenamientos, ahogamientos, atropellos o traumatismos.
(Hay que tener en cuenta que los resultados de este trabajo de 2011 se refieren al término “accident” en lengua inglesa).
El próximo artículo será Accidente (III): Alternativas a la palabra accidente
(1) Montserrat Ruiz Pérez (2011). Panace@ 2011; 12 (33): 84-88. https://www.tremedica.org/wp-content/uploads/n33-Tribuna-Perez.pdf
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El daño, es un lesión producida durante la ejecución de una tarea, esto es un accidente. El análisis del mismo, incluye una investigación en la que se estudia a la persona, la definición y el diseño del puesto de trabajo, ergonomía y la seguridad,en sus múltiples variables que se deben considerar y valorar. La otra cuestión lingüística y del concepto, añadir que la lingüística, en el signo, va incluida la imagen, un brazo vendado con el concepto lesión, herida, daño.