El término accidente es la esencia de la nueva ciencia, la Accidentología. Profesionales de todas las seguridades y todos los riesgos, y los prevencionistas hemos venido usando indefectiblemente la palabra accidente, pero ahora se está cuestionando no solo su uso sino su significado. Debemos afrontar esta discusión.
La Real Academia Española (RAE) define el accidente como: Suceso eventual que altera el orden regular de las cosas; y en una segunda acepción dice: Suceso eventual del que resulta daño involuntario para las personas o las cosas. Es probable que en alguna próxima revisión se incorporen los daños a los animales.
La primera acepción puede ser literariamente correcta para calificar cualquier tipo de contratiempo que nos ocurren a los humanos, como por ejemplo que la persona con la que habíamos concertado una cita llegue tarde, o bien que el vuelo en que se iba a efectuar un viaje sea cancelado; esta acepción bien pudiera aplicarse al término incidente pues creo que no encaja con la idea general que la sociedad tiene del término accidente.
Considero que la palabra accidente se utiliza coloquial y mayoritariamente en la segunda acepción de la RAE, es decir en aquellos casos en que un suceso involuntario e inesperado produce un daño.
Interpretación tradicional
Alrededor del siglo XIV los ingleses comenzaron a utilizar el término “accident” con el significado de “suceso que ocurre por azar, desgracia o hecho que ocurre de forma imprevista”. También los ingleses lo han definido como “circunstancias que determinan una muerte violenta”.
Actualmente la Enciclopedia “Britanicca” define accidente como un “evento inesperado, típicamente de naturaleza repentina y asociado con lesión, pérdida o daño”. Añade que “Los accidentes son una característica común de la experiencia humana y provocan lesiones o discapacidad permanente a un gran número de personas en todo el mundo cada año. Muchos accidentes también implican daños o pérdida de propiedad.” Y aclara que “Con las precauciones de seguridad adecuadas y la conciencia de las acciones y el entorno, se pueden evitar o prevenir muchos accidentes.”
Para una compañía de seguros, se entiende por accidente “la lesión corporal que deriva de una causa violenta súbita, externa y ajena a la intencionalidad del asegurado, que produzca invalidez temporal o permanente o muerte”. El concepto de accidente o accidental siempre excluye la voluntariedad o intencionalidad de quien sufre o produce el daño.
Podría creerse que su significado estaba claro entre los accidentólogos y los prevencionistas hispanos, pero actualmente está surgiendo una ligera controversia sobre este concepto y considero que deberíamos aclararlo y dejarlo zanjado para el futuro.
Por mi parte, considero que en España e Iberoamérica se utiliza coloquial y mayoritariamente la palabra accidente en la segunda acepción del Diccionario de la Lengua Española (DLE), es decir en aquellos casos en que un suceso involuntario e inesperado produce un daño. Dejamos el término incidente para aquellos sucesos en los que no se producen daños, aunque podrían haber ocurrido.
La RAE define el accidente como “Suceso eventual o acción de que resulta daño involuntario para las personas o las cosas”
La nueva corriente
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud -OMS-, ha ido modificando su definición a lo largo del tiempo. A la definición dada por la OMS en 1957: “suceso fortuito al que sigue una lesión reconocible”, se le adicionó en 1958: “acontecimiento fortuito generalmente desgraciado o dañino, como acontecimiento independiente de la voluntad humana provocado por una fuerza exterior que actúa rápidamente y se manifiesta por un daño corporal o mental. Posteriormente en 2005 la OMS estableció esta definición: “Las lesiones no intencionales, generalmente llamadas accidentes, son “eventos donde se produce daño físico en el cuerpo, como resultado de la aplicación excesiva de energía en el mismo, bien sea física, química, biológica, o por la falta de elementos vitales como el oxígeno o el calor. La exposición o privación no es producida deliberadamente por la misma persona u otra. Pero a partir de 2008 la OMS ha comenzado a utilizar el concepto de lesión corporal en sustitución de accidente. Pero claro, no hay que olvidar (hay que tener siempre presente) que la OMS trata de la Salud y de la Enfermedad que afecta a las personas por lo que hay aspectos que no tiene en consideración como pérdidas económicas o daños medioambientales por lo que sus definiciones siempre tienen ese sesgo sanitario del ámbito de la Salud.
En esta línea, algunos expertos en seguridad vial como Jesús Monclús (Fundación Mapfre) defienden la tesis de que “El uso continuo de la palabra “accidente” promueve la idea de que estos eventos están fuera de la influencia o control humano…” por lo que defienden que deje de usarse el término accidente.
Lo cierto es que no existe una definición universal de accidente y por lo tanto esta discusión es pertinente, razón por la cual voy a realizar una encuesta sociológica sobre el significado de la palabra accidente.
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