Como prometía en un artículo anterior analizo el hecho de que una persona sin ninguna formación ni cualificación ni conocimiento de gestión de emergencias sea puesta al frente de tamaña responsabilidad.
Autor: Javier Larrea. Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes
Publicación: Web OPRA www.opra.info • 23 de abril de 2025
La consejera de Interior Salomé Pradas ha sido imputada por la jueza de instrucción de la causa de la dana, Nuria Ruiz Tobarra. A los conocedores de la gestión de emergencias no les cabe ninguna duda de quién era quien estaba o debería estar al mando: “Es la responsable desde el minuto cero” afirma José Miguel Basset. Por si alguien todavía conserva dudas les recomiendo que lean el artículo ¿Quién manda en una gran emergencia? del experto en emergencias Pedro Anitua.
La consejera irresponsable
La ahora exconsejera Salomé Pradas se ha declarado “irresponsable” tras su declaración ante la jueza de instrucción. Según el Diccionario de la Lengua Española se entiende por irresponsable: “A quien no se puede exigir responsabilidad”. En su alegato de defensa las palabras de la exconsellera recogidas por todos los medios han sido que es “una ignorante en emergencias”.
Estas manifestaciones de indiscutible veracidad traen al debate el sistema de designación de algunos políticos y sus responsabilidades.
Creo que no se le está dando la trascendencia que tiene al hecho de que una persona elegida para ocupar un cargo político de la máxima responsabilidad afirme que no tenía conocimientos para ejercer el puesto para el que ha sido nombrada. Este es el juramento/promesa que hizo (en valenciano) el día que aceptó el cargo:
«cumplir con fidelidad las obligaciones del cargo con lealtad al Rey, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado y el Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, y mantener el secreto sobre las deliberaciones del Consell».
No creo que la lealtad al Rey por encima de su irresponsabilidad en emergencias les haya hecho muy felices a los valencianos.
Ante estos hechos nos hemos de preguntar: ¿Cómo es posible que esto ocurra? ¿Quién es responsable de que una persona no cualificada sea nombrada para un puesto que lleva aparejadas responsabilidades que no podrá asumir por no estar preparada para ello?
El jefe de Bomberos del Consorcio de Bomberos de Valencia realizaba unas interesantes manifestaciones en su comparecencia en la Comisión de estudio de la Diputación de Valencia:
“La protección civil ha ido derivando en que todo esto acaba dependiendo de un responsable político que es un conseller”.
Esta afirmación no deja de ser una crítica al sistema actual de gestión de emergencias. Quienes hemos asumido responsabilidades técnicas en la gestión de emergencias sabemos algo de esto y hemos ido viviendo desde los años 90 un proceso de intrusión política en la dirección técnica de gestión de emergencias. Los cargos políticos (que muchas veces eran ignorantes de la materia) han ido sustituyendo en las funciones directivas a los jefes de servicio (funcionarios acreditados mediante oposición) y lo sucedido en la dana de Valencia es algo que podía pasar y ha pasado.
No es entendible ni explicable por qué los siniestros son dirigidos por los mandos naturales de los servicios de emergencia y cuando las cosas se comienzan a complicar y la situación puede convertirse en catastrófica, de repente, hay que poner al mando a los políticos que nada saben de ello: ¿A quién se le ha ocurrido este sistema?
¿Tiene alguna responsabilidad quién nombra incompetentes?
Parece un principio indudable sobre la responsabilidad el precepto del Código Civil que “Quien causa un daño a otro, por acción u omisión, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado». Apliquémoslo a la gestión política.
A veces en política oímos hablar de la responsabilidad o “culpa in vigilando” (responder por ciertos aspectos de la actividad que caen en su esfera de supervisión) para atribuir responsabilidades políticas a quienes cometen alguna irregularidad penalmente reprochable, pero como la responsabilidad penal es personal, la responsabilidad política queda en nada.
Pero hay otra responsabilidad de la que se habla poco y se debería tener más presente, es la responsabilidad o “culpa in eligendo”. Cuando se da una negligencia en la elección con relación a su falta de idoneidad profesional respecto de la dificultad o complejidad que presenta el encargo. Quien nombra a una persona carente de formación y experiencia para desempeñar responsabilidades para las que no está cualificada ha de ser responsable “in eligendo” exigible por los actos u omisiones de aquellas personas a quien ha nombrado.
¿Se puede cambiar algo?
Debería aprovecharse esta catástrofe para revisar el modelo que ha causado más de 200 muertes. No podemos reducir los fenómenos meteorológicos adversos pero sí podemos planificar mejor cómo reaccionar ante ellos y una adecuada gestión de esas amenazas es contar con los mejores profesionales para dirigir esas situaciones. Actualmente, la mayoría de las CCAA no tienen esta preparación. Tengo muy claro que las personas que ocupan puestos políticos sin conocimientos en gestión de emergencias no son las adecuadas para encomendarles la dirección de los Planes en las distintas emergencias. No es tan difícil darse cuenta de que este sistema es, o puede resultar nefasto, como se ha demostrado.
Hay que abrir un debate sereno para mejorar un sistema que ahora sabemos que puede producir fallos y consecuencias graves para nuestra sociedad.
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Nada es ajeno a la política. Muchas veces no gobierna el más preparado porque la democracia es un sistema imperfecto (el grado de imperfección de otros es superior). Uno de los grandes problemas es que en los partidos se crece más por «favores» que por valía profesional. Yo creo que una cuestión relevante en este caso ha sido la inacción de la consellera por querer obtener el beneplácito de aquel que la nombró en cada decisión. Si quien dirige el plan es un subordinado (consellera en vez del presidente) es muy probable que suceda esto. Al frente de la emergencia en el nivel II debería estar el máximo responsable de la CCAA.
Gracias Javier
Me parece un gran artículo, estás diciendo lo que pensamos la mayoría de personas que trabaja o ha estado en el mundo de las emergencias.
Gracias, Matías,
efectivamente, creo que lo que he expuesto es compartido por una gran mayoría y suele ser dificil expresarlo cuando se está en activo.
Saludos,
La declaración de Salomé Pradas es ridícula y me quedo corto. Licenciada en Derecho, profesora de Derecho en la Universidad Jaime I de Castellón, Consejera de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana, ¿y no sabe leer? ¿La nombran responsable de emergencias y no se lee las leyes y disposiciones legales que le asignan las responsabilidades en función de su cargo? ¿Sí sabe las responsabilidades que en su Departamento le corresponden a los técnicos pero ignora las que le corresponden a ella? ¿Ignora lo que no debería ignorar y no delega las decisiones en quien ahora dice que son los que sabían? No es una ignorante, es una desvergonzada, como su superior político. Y no es una irresponsable, es una incompetente, es alguien perfectamente responsable de sus actos desde el momento que acepta un cargo como el que ocupaba. Estamos hartos de este bochornoso sistema: Yo cobro, yo decido, yo figuro, yo hablo, yo soy la persona más importante… hasta que pasa alguna desgracia. Entonces buscaré a alguien que pague por mis errores.
Pero hay otro problema que he visto en muchas ocasiones es que muchos técnicos no son capaces de ponerse en su lugar y dejar claro lo que su experiencia y profesionalidad le dictan aunque ello contradiga lo que pretende su superior político por no incomodar a este. Un técnico competente debe decir lo que cree que hay que hacer y dejarlo documentado para que las responsabilidades caigan sobre aquel que decide no tener en cuenta los criterios técnicos y que lo que debe hacerse no se hace. Y si un técnico no tiene el valor de tomar la decisión de poner claramente sobre la mesa lo que (en su opinión) se debe hacer en una emergencia y no toma medidas para intentar por todos los medios que eso se haga (entre ellos documentar lo dicho para que la responsabilidad recaiga sobre quien corresponda) puede ser que lo haga por dos razones: porque su competencia profesional no es la adecuada (y no se atreve a asumir esa responsabilidad) o por no contrariar a su superior político. En ambos casos creo que la responsabilidad de las consecuencias también recae sobre él.
Por su bien, espero que mi colega valenciano responsable de bomberos, haya actuado con la profesionalidad que se le supone para que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables políticos a los que el sufrimiento de aquellos a los que representan no les motiva lo suficiente para bajar de su pedestal y reconocer su incompetencia antes de hacer algo que cause una desgracia. Eso deberían haber hecho Salomé Pradas, reconocer al principio de la emergencia que era una incompetente y dejar a las personas preparadas que adoptasen las decisiones pertinentes. Reconocer su ignorancia después de que esta haya causado más de 200 muertos es repugnante.
Nada que añadir, Fernando,
tienes razón en que ostentar una jefatura técnica han de llevar aparejado tener agallas para exponer las decisiones que hay que adoptar en los momentos difíciles imponiendo las razones técnicas de las medidas a adoptar aun contradiciendo a los políticos que aparecen como directores de los planes aunque no tengan la cualificación necesaria para ello.
Me parece adecuada tu propuesta de que la dirección del Plan pueda ser delegada en los directores técnicos y esa facultad y circunstancia debería estar reogida en los Planes estatales y en las Directrices básicas.
Saludos,
Estimada familia, seré breve
Respondiendo a la pregunta: Dimisión para el que nombra, Presidente, por incompetente y el que acepta, Consejera, por irresponsable.
Lo mismo que en el desgobierno nacional, donde el currículum del personal asusta al miedo.
Añadamos que el sentido de dignidad, respeto y estima personal, en el puesto de Delegada del Gobierno, tampoco va sobrado en el currículum rectificado. Idem, dimisión para los mismos, el que nombra y el que acepta.
Sobre el futuro, alguien dijo que: «los milagros haberlos haylos» Pues eso…
Gracias por tu comentario, José Luis.
Saludos,
Yo Javier creo que los responsables políticos son elegidos para hacer una acción de gestión política de su programa, no tienen porque ser técnicos. Ahora bien deben rodearse de equipos técnicos que les asesoren. En el caso de Valencia para mi, entre otras muchas cosas estudiables, uno de los mayores problemas fue el de la anticipación, yo discutía con una de las personas que mas respeto en emergencias Pedro Anitua sobre los avisos a la población, que viene el lobo, al final creo que el tenía razón, es mejor avisar. Valencia ha tenido el mejor Jefe de Bomberos que podría tener José Miguel Basset Blesa , un profesional como un pino, no me voy a extender mas pero estoy dispuesto a debatir sobre el tema.
Por supuesto que a los políticos les corresponde la acción política. Lo que está por definir es el límite entre la gestión técnica y la acción política. Si en la emergencia ordinaria la gestión técnica es indiscutible ¿Por qué en la emergencia extraordinaria la dirección política asume la gestión?
Por qué el aviso a la población ante factores objetivos tiene que ser una decisión política?
Propongo que se abra el debate sobre esto. En un próximo artículo analizaré en cuáles de las fases de una gran emergencia pueden estar reservadas a la gestión técnica y cuáles deben corresponder a la direccion política.
No creo que nadie quiera que se repita una desgracia como esta y tal y como están redactados los planes puede volver a ocurrir en algún lugar.
Estoy mismo se puede proyectar a lo que sucede en las empresas y las consecuencias que puede acarrear tanto al irresponsable que acepta el.puesto como aqiel o aquellos que lo designan. Ser jefe de medicina laboral sin ser médico, ser responsable de Seguridad e Higiene sin tener conocimientos en la materia, ser jefe de inspecciones siendo maestra jardinera, revisar proyectos eléctricos siendo profesional de la alimentación. No parece que estamos bien