Revisando unos papeles antiguos me he encontrado con un escrito en que se recoge el contenido de la entrevista que mantuve hace 31 años con la Dirección General de Protección Civil -DGPC-, siendo presidente de la APTB.
Reproduzco el texto de aquel documento que, a modo de acta, contiene lo expuesto por mí en aquella reunión. Según lo vayáis leyendo veréis que se tratan las viejas reivindicaciones del sector y me atrevo a apuntar que podrían ser expuestas hoy en día en una reunión similar en términos muy parecidos.
Reunión del director general de protección civil Francisco Cruz de Castro con el presidente de APTB Javier Larrea
El jueves, 3 de marzo de 1994, tuvo lugar un encuentro en Madrid entre el director general de protección civil D. Francisco Cruz de Castro con el presidente de la APTB, Javier Larrea. El objetivo de la entrevista, solicitada hace ya varios meses por la APTB, era poner en conocimiento del nuevo director general de protección civil, las ideas, inquietudes, iniciativas y proyectos de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos en materia de emergencias. La reunión, que duró dos horas, se celebró en un agradable tono de cordialidad y entendimiento mutuo.
Todas las propuestas y sugerencias fueron recogidas con interés, ya que, como quedó patente a lo largo de toda la entrevista, al contrario que los sindicatos, la APTB no defiende intereses personales, particulares, ni gremiales, sino que el objetivo principal expuesto, fue el de la mejora de los servicios de atención a los ciudadanos -contribuyentes- en caso de emergencia. ¡Y esto, se nota!
Durante la reunión, como representante de la APTB, planteé las siguientes cuestiones:
* La sensación de que los jefes, mandos y técnicos de los servicios de bomberos no nos sentimos representados por la DGPC. Por ello consideramos conveniente la creación de una Dirección General de Bomberos.
* En materia de formación profesional de bombero propuse avanzar en este sentido junto con el Ministerio de Educación, hasta regular la titulación de formación profesional necesaria para el acceso a la profesión de bombero. Al menos, elaborar unas bases comunes de acceso, así como velar y vigilar que se cumplan las disposiciones legales para acceder a las distintas categorías de los cuerpos de bomberos.
* Al Ministerio del Interior le ha de corresponder regular sobre la seguridad de las personas -en cualquier actividad-. Desde el Ministerio del Interior se debe luchar contra las ansias competenciales de otros ministerios en materia de seguridad contraincendios.
* Incendios forestales: se necesita asignar las competencias en materia de extinción de incendios a los servicios de bomberos. Desde la Dirección General de Protección Civil no se ha hecho nada al respecto. La situación actual es caótica, excepto donde los servicios de bomberos se han hecho cargo de ello. Se gastan más recursos en extinción de incendios forestales que en el resto de los cuerpos de bomberos, alcanzando pocos resultados.
* Aeropuertos Nacionales: sus servicios de bomberos deben unificarse con los servicios de bomberos locales públicos existentes integrándose en ellos.
* Atribución de las competencias de “Prevención de incendios” a los cuerpos de bomberos. Funciones de control e inspección de las normas de seguridad contraincendios. Esto debe figurar en todas las normas y reglamentos, emanen del ministerio que sea. La DGPC puede hacer mucho posicionándose en las comisiones ministeriales en que está representada, en vez de estar como testigos mudos de los desaguisados que se producen.
* Defender la transformación de los servicios de bomberos en servicios integrales de la emergencia en que se gestionen entre otros el servicio de ambulancias de emergencia.
* Solicité la difusión pública de la Estadística nacional de las actuaciones de los servicios de bomberos. Debemos conocerla. Nos pertenece a todos los que hemos colaborado en el trabajo.
* Propiciar la fusión, unificación e integración de servicios de bomberos buscando el ámbito territorial provincial como mínimo, siendo deseable el modelo autonómico. Incidir en la modificación de la Ley de bases de régimen local para que la prestación de los servicios de bomberos no sea una competencia municipal.
* Programa de financiación de los cuerpos de bomberos por el Estado, al igual que la Policía, incluidas las policías autonómicas.
* Participación de la APTB en la Comisión Nacional de Protección Civil y las distintas subcomisiones y grupos de trabajo. Si se quiere puede hacerse. Los jefes, mandos y técnicos no estamos representados en la comisión negociadora del estatuto de los servicios de bomberos, actualmente mal llamado «estatuto del bombero».
El director general sugirió una futura entrevista con toda la junta directiva de la APTB, sobre los temas que considere de más urgencia o necesidad. Quedé a la espera de su llamada y le deseé la mejor suerte y aciertos en el ejercicio de su cargo.
Libro Blanco de la Prevención de incendios
Los autores de las 112 recomendaciones para ese Libro Blanco recientemente presentado, podrán encontrar en los planteamientos expuestos por mí, por primera vez en España (o Estado, como quiera cada cual), en aquella entrevista de hace treinta años, algunas de las propuestas que quieren innovar ahora. No se preocupen, que no les voy a pedir derechos de autor, pero sí les puedo explicar por qué 30 años después no se ha alcanzado ninguna de las propuestas. Lo contaré en otro artículo.
Treinta años
No hubo más reuniones con aquel director. Hubo nuevas reuniones con cada nuevo director o directora con contenidos parecidos, pero debido a que en ningún caso eran expertos procedentes del sector de la emergencia, nunca entendieron lo que se les decía, así que lo único que podían hacer eran poner buena cara. Y si algo entendieron, el pasotismo e inhibición que están instalados en esa dirección general ha provocado que nunca se preocupasen por la organización de los sistemas de emergencias en España, ni por su posible mejora, aunque a las siglas DGPC le añadieron la E de emergencias.
Han pasado treinta años…, en los que ha aumentado enormemente la dispersión de competencias y el gasto, justamente en sentido contrario a lo que yo proponía. Y para resolver el problema crearon la UME, y promulgaron una Ley de Protección Civil llamada Ley del Sistema Nacional de Protección Civil.
Para los que no lo sepan, les explico que cuando en la capital de reino a algo le ponen el apellido o adjetivo “Nacional” se refieren a un asunto que se va a cocinar en Madrid: un cocido madrileño que deja de tener en cuenta al resto del Estado.
Y ese es precisamente uno de los problemas del Estado.