El nombre de esta regla, que se puede aplicar a numerosos riesgos, es la reducción a sus iniciales de las cuatro palabras que empiezan por T en inglés y también en español: Tolerar, Tratar, Transferir y Terminar.
Autor: Javier Larrea. Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes
Publicación: Web OPRA www.opra.info • 5 de febrero de 2025
Esta sencilla regla se puede usar para la gestión de muchos riesgos incluso a los riesgos financieros de una actividad mercantil. E incluso para la gestión de los riesgos de tener un accidente ya sea industrial o doméstico.
TOLERAR se refiere a cómo abordar o afrontar la existencia de un riesgo aceptable, que ocasiona pocos daños y muy pocas víctimas. Es una estrategia fácil y cómoda pues supone no hacer nada. Resulta algo muy habitual, la mayor parte de las veces por no tener identificado un peligro, por desconocimiento del impacto de los accidentes, por no tener suficiente y adecuada información de la importancia de los mismos o por no saber qué hacer para reducir los accidentes.
TRATAR el riesgo suele ser la segunda opción cuando hemos reunido información adecuada sobre el peligro o la amenaza y sabemos que tenemos un riesgo medio de tener accidentes en la actividad analizada si es que no hacemos nada. En primer lugar, es necesario recoger información para analizarla posteriormente. Se trata de atender a las variables que se han analizado, interviniendo sobre ellas para reducir el riesgo hasta dejarlo en ese nivel de riesgo que consideremos aceptable. A veces supone modificar procedimientos, procesos y hábitos, y elaborar nuevos protocolos. Con pocas medidas se pueden obtener buenos resultados.
Esquema de la Regla de las 4T. Elaboración propia.
Las dos T que vienen a continuación pueden ser intercambiables en su orden:
TERMINAR significa modificar los factores hasta el punto de suspender la actividad de riesgo que produce los accidentes. Corregir los fallos hasta conseguir la eliminación total del peligro. La medida más contundente puede ser la suspensión de la acción o actividad. Es decir, anular el peligro.
TRANSFERIR es pasar la responsabilidad del riesgo a un tercero mediante una póliza de seguros de Responsabilidad Civil, o bien dejando de realizar la actividad de riesgo para que la realice un tercero. Esta transferencia puede ser una buena fórmula para evitar responsabilidades, pero puede resultar insuficiente para reducir los accidentes. En todo caso, como la meta cero accidentes es difícil de conseguir puede ser necesario asegurar mediante una póliza de seguros el riesgo residual que pueda no ser garantizado por medios propios de prevención. Hay que tener en cuenta que algunos riesgos son intrínsecos a la realización de la actividad y no todos los peligros pueden ser eliminados en su totalidad.
¿Cuál elegir?
La gestión del riesgo no consiste en la elección de uno de estos modos, sino que muchas veces será el resultado de combinar las distintas opciones.
El método de las 4T es un sistema de análisis sencillo para ayudar en la toma de decisiones y en la elección de las medidas a adoptar y que puede servir para reflexionar sobre cualquier riesgo de cualquier tipo, desde los más sencillos hasta los más complejos.
Un ejemplo
Veamos un ejemplo de cómo enfocar un pequeño problema en un aula en la que la mesa del profesor y la pizarra estaban elevadas en un estrado sobre el suelo en el que estaban situadas las mesas de los alumnos. Para acceder a esa plataforma, altillo o meseta había tres peldaños junto a la pared en los que ya habían tropezado varios profesores, aunque de momento no se habían producido lesiones graves. Estaba claro que se trataba de un escenario peligroso que tenía la potencialidad de causar daños.
Adoptando el método de la REGLA de las 4T, la dirección del centro tras analizar la situación podría tomas estas decisiones:
Tolerar. Se podía considerar que el problema no era demasiado importante y que por tanto se podía tolerar ese ligero riesgo y no adoptar ninguna medida correctora.
Tratar. Se podían considerar varias acciones para tratar de reducir el riesgo:
- Informar a los profesores y alumnos que tuviesen cuidado con los escalones cuando subiesen y bajasen para evitar caerse.
- Poner un cartel bien grande y visible que diga: “Cuidado con los escalones”.
- Poner una barandilla con un pasamanos para que al subir y bajar los peldaños los profesores pudiesen asirse a él y reducir así la posibilidad de caerse.
- Señalizar los peldaños con colores de contraste que mediante diferencia cromática los hiciesen bien visibles y así reducir la posibilidad de tropezar con ellos.
- Colocar un suelo antideslizante para evitar resbalarse al subir y bajar por la pequeña escalinata.
- Aumentar la iluminación en la zona de peligro para visibilizar los escalones.
- Reducir la altura de la meseta dejando tan solo un peldaño.
- Quitar los peldaños y sustituirlos por una rampa para evitar los tropiezos con los escalones.
Gestionar el riesgo supone decidir cuáles son las medidas que se van a adoptar para reducir las consecuencias no deseadas.
Transferir. Mientras exista la probabilidad de que se produzca un daño existe la posibilidad de transferir la responsabilidad o los costes que produzca ese riesgo contratando una póliza de seguro que cubra el importe de los daños producidos. Se ha de tener en cuenta que esta medida de gestión del riesgo no es una medida de prevención de accidentes pues con ella no se evita el accidente.
Terminar. Poniendo la mesa del profesor en el nivel del suelo de las mesas de los alumnos y eliminando la meseta se evita que nadie tenga que subir o bajar escalones con lo que se ha terminado con el peligro. Este riesgo ya no existirá.
Muy importante incluir ese método de las 4T en la gestión de riesgos en el ambiente laboral y minimizar los accidentes.