Por primera vez en el Estado los servicios de bomberos de dos capitales, Bilbao y Madrid, han unido sus acciones para poner en marcha una actividad lúdico-educativa de prevención de incendios.
No es noticia que el sábado 1 de marzo se haya celebrado la Jornada de puertas abiertas del parque central de Bomberos de Bilbao, esa es una actividad que se celebra todos los años un sábado próximo al 8 de marzo, festividad de San Juan de Dios. Lo verdaderamente novedoso es que en el parque de Bomberos de Bilbao había un visible despliegue de Bomberos de Madrid.
Cientos de niños se han acercado con sus familiares, padres, madres, abuelos a disfrutar de las habituales actividades de este día de puertas abiertas: tirolinas, echar agua con mangueras, montarse en los vehículos, bajar por la barra de los bomberos, subir en la cesta de las escaleras, y saltar en los hinchables, o tirarse en el Gargantúa. (una figura mítica de un gigante enorme y caricaturesca que se saca a la calle en días de fiestas de Bilbao(1) en que los niños se meten por su boca y, a través de un tobogán, salen por la parte trasera del gigante).
El Grupo pedagógico de Bomberos de Madrid
Pero, lo que ha hecho diferente este año el festejo ha sido la presencia de la Unidad Pedagógica de Bomberos de Madrid que han montado diversos talleres de prevención con los materiales de la Fundación Mapfre con la que colaboran estrechamente.
Entre otros materiales, Bomberos de Madrid han desplazado el Aula móvil experimental de prevención de incendios, con la urna de explosiones y el taller de productos químicos domésticos y la casa de evacuación hinchable (que llenaban de humo), que de forma práctica los entusiastas miembros del Grupo pedagógico han hecho disfrutar a cientos de niños bilbaínos mientras les aleccionaban en el conocimiento del fuego y de cómo han de comportarse si alguna vez se ven en un incendio.
Este envidiable Grupo pedagógico de Bomberos de Madrid es la viva demostración de que la protección contra incendios va mucho más allá de la extinción de incendios y evidencian que un servicio de bomberos no es un auténtico servicio de protección contra incendios de su sociedad si no aborda la prevención de incendios con más recursos.
Madrid, siempre ha sido el escaparate que muchas ciudades han mirado para imitar sus pasos. Esperemos que los demás servicios de bomberos de España se contagien de esta brillante iniciativa.
(1) El primer Gargantúa fue construido en Bilbao por el Jefe de Bomberos Etxaniz, que murió en el incendio de una imprenta en Bilbao en 1867. Etxaniz tiene una plaza con su nombre en el centro de Bilbao.