Nos preguntamos si las velas aromáticas son beneficiosas para la salud o si por el contrario las emanaciones de gases tóxicos pueden ofrecer consecuencias nocivas para el organismo.
En el artículo Las velas aromáticas relajan, sí… pero mientras liberan gases tóxicos se pone de manifiesto que “lo cierto es que hay tóxicos en (…) todos los tipos y precios. Sin embargo, en estos productos nunca se indica detalladamente cada uno de los ingredientes, tanto los que contienen antes de quemarse, como los que son liberados al ser encendidas”.
Toxicidad de las velas
Entre los componentes tóxicos que liberan las velas con aromas se encuentran plomo, zinc, estaño, tolueno, acetaldehído e hidrocarburos poliaromáticos.
La autora Nélida Fernández da cuenta de estudios de algunas universidades: la Universidad de Melbourne; la Universidad de Deakin y de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) que aseguran que las velas de parafina liberan más de 20 químicos peligrosos.
Naturalmente, la Asociación Nacional de las Velas de Estados Unidos asegura que no existen riesgos asociados al uso de velas perfumadas (fabricadas en USA) y señala que hay “preocupaciones infundadas sobre la seguridad de las fragancias, sean estas artificiales o naturales”.
El contrapunto es este otro artículo ¿Es cierto que las velas aromáticas ocasionan daños a la salud? publicado en el New York Times que destaca que en una investigación de 2014 descubrieron que las velas (de parafina) emitieron algunos productos químicos potencialmente cancerígenos, como el benceno y el formaldehído, pero los niveles más altos medidos después de cuatro horas de combustión continua no llegaban a la mitad de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud para la calidad del aire en recintos interiores.
Lo cierto es que la calidad de la cera o la parafina (producto derivado del petróleo) depende del fabricante y de los productos que utilice. No hay legislación que obligue a los fabricantes a referir la composición de las velas ni a informar sobre los productos tóxicos que se emiten.
Precauciones
Sean muchos o pocos los riesgos de intoxicación de las velas podemos proponer algunos consejos para minimizar el riesgo.
- Las emanaciones de gases proceden de la cera, la parafina y de la mecha. Es mejor que la mecha no tenga más de medio centímetro.
- Las velas de soja y cera de abejas producen menos hollín que las de parafina.
- Algunas personas pueden ser sensibles a algunas fragancias, por lo que deben vigilar su afectación, especialmente quienes padecen asma.
- No prolongar a demasiadas horas la exposición a las velas.
- Para reducir la cantidad de hollín poner las velas en zonas bien ventiladas.
- No poner muchas velas en espacios cerrados durante mucho tiempo pues la combustión de las velas va a ir reduciendo la calidad del aire.
- Apagar las velas antes de dormir.
Y no olvidarse del riesgo de incendio que entrañan las velas, nunca dejarlas solas. Y mucho cuidado con los niños, las velas y los niños son una combinación destructora.