Rescate en el terremoto de Turquía contado por sus protagonistas

Bomberos Unidos Sin Fronteras -BUSF-, es una ONGD de voluntariado constituida por bomberos, sanitarios y profesionales de diferentes ámbitos especializados en la inmediata respuesta ante grandes emergencias y catástrofes naturales y en proyectos de cooperación al desarrollo sostenible. Constituida en 1996, está declarada de utilidad pública estando especializada en intervención ante grandes catástrofes y proyectos de cooperación al desarrollo. Dos de los miembros de BUSF (Luife y Cindia) nos relatan su intervención en la tragedia de Turquía de 2023.

Autores: Javier Larrea, Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes; Luis Felipe Sández, Bomberos Unidos sin Fronteras y Cindia Morales Sánchez, Bomberos Unidos sin Fronteras
Publicación: Web OPRA www.opra.info • 26 de junio de 2023

A las 04:17 horas de la madrugada del día 6 de febrero se produjo el primero de los terremotos de Turquía y Siria de 2023. Es la peor hora para sufrir un terremoto pues es de noche, cuando toda la población se encuentra durmiendo en sus domicilios, con sus capacidades de reacción muy atenuadas.

El seísmo ha tenido su epicentro al norte de la ciudad de Gaziantep, en el sureste del estado turco, a unos 90 kilómetros (60 millas) de la frontera con Siria.

La Autoridad de Desastres y Emergencias de Turquía envía sus equipos a la zona y dice que hay al menos 10 ciudades afectadas, eleva el nivel de alarma al 4 y pide ayuda internacional.

La alarma

Enseguida, en plena noche, Bomberos Unidos Sin Fronteras son alertados por la RED Europea de Protección civil y movilización en catástrofes recibiendo una alerta roja. Ante las noticias recibidas y tras las conversaciones mantenidas en el grupo de Whatsapp de la junta directiva de BUSF, se toma la decisión de comenzar a preparar su expedición para participar en las labores de búsqueda y rescate en las zonas afectadas. Sin más dilación se ponen a preparar el material necesario para esta emergencia y piensan en una expedición de entre 12 y 15 miembros.

La movilización

Mantienen conversaciones con el Ministerio de Interior y tras obtener el visto bueno, el gabinete de crisis de BUSF decide salir lo antes posible; para su viaje realizan reservas para el primer vuelo disponible de Madrid a Estambul que sale a las 18:00 horas. Durante la mañana los especialistas desplazados desde diferentes ciudades de España (Madrid, Córdoba, Murcia, Huelva) empiezan a movilizarse para llegar rápidamente al aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas. En concreto, sobre las 08:00 horas salen de Huelva en un vehículo de la organización los expedicionarios y varios arcones de material, donde llevan todo lo necesario para trabajar de forma autónoma durante 10 días. A las 4 de la tarde llegan a Madrid.

La expedición está constituida por 13 miembros: 5 de Huelva (4 bomberos del Ayuntamiento de Huelva y una enfermera del SAS, y dos ejemplares caninos de rescate), 3 bomberos del Consorcio de Córdoba con dos ejemplares caninos, 2 de Murcia (un médico y un enfermero), 2 bomberos de Madrid (1 bombero de la Comunidad de Madrid y 1 bombero del Ayuntamiento de Alcorcón) y 1 bombero del CEIS de Guadalajara.

  1. Jefe de expedición o de grupo: Luis Felipe Sández (Luife). SEIS del Ayuntamiento de Huelva
  2. Salvador García Cejas. Consorcio Provincial de Córdoba
  3. José Gregorio Martín Pazo. Consorcio Provincial de Córdoba
  4. Javier Aranda Redondo. Bomberos de la Comunidad de Madrid
  5. Antonio Caballero García. Consorcio Provincial de Córdoba
  6. Florentino Luque Gómez. SEIS del Ayuntamiento de Huelva
  7. Antonio María Pérez Zunino. SEIS del Ayuntamiento de Huelva
  8. Sergio de Diego Haro. Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Alcorcón
  9. Antonio Alfaro Gil. CEIS de Guadalajara
  10. Francisco Manuel Rodríguez Moreno. SEIS del Ayuntamiento de Huelva
  11. Yassel Parra Beneitez. Servicio Murciano de Salud
  12. Manuel Pardo Ríos. Servicio Murciano de Salud
  13. Cindia Morales Sánchez. Servicio Andaluz de Salud
Foto a la finalización del rescate con los miembros de BUSF y personal de AFAD que ayudó durante el trabajo

Todo este perfecto engranaje es fruto de los años de experiencia y trabajo de Bomberos Unidos BUSF, tras 27 años acudiendo a todas las grandes catástrofes que se han producido en el mundo.

El viaje

A las 18:00 del mismo día, salen de Madrid en un vuelo comercial con Turkish Airlines (a la que están muy agradecidos por el trato recibido y por la gran gestión de la emergencia que han realizado), que es la combinación más rápida que han podido encontrar, y que suele ser la más eficaz en este tipo de desplazamientos. Coinciden en el vuelo con otro equipo de rescate voluntario de Valencia que también se desplaza para trabajar en labores de salvamento, aportando su ayuda solidaria a la catástrofe.

A las doce de la noche llegan a Estambul donde han de esperar a coger el siguiente vuelo que les han preparado las autoridades turcas (AFAD) con destino a Adana.

En el primer vuelo para Adana sale un grupo de bomberos alemanes responsable de la logística que se desplaza en primer lugar para preparar la llegada de todo el resto de los equipos de rescate, montando el OSOCC que se encargará de registrar a los equipos y asignarles zonas de trabajo junto a la Organización gubernamental turca de gestión de emergencias y protección civil (AFAD).

A las cinco de la mañana salió el vuelo con destino a Adana, un importante aeropuerto cerca de la costa al sur de Turquía y cerca de la frontera con Siria, al que llegaron a las siete de la mañana. Allí les estaban esperando miembros voluntarios de las autoridades turcas (AFAD). Habían movilizado a los guías turísticos y especialistas en idiomas de Turquía, y les habían enviado a la zona para que actuasen como traductores.

“Nuestro traductor fue Berker, un chico turco de la región de Antalya que trabajaba y residía en Estambul como guía turístico; nuestro guía y nuestro contacto durante todos los días que estuvimos allí. Fue un excelente compañero y uno más del grupo, sin él no hubiera sido posible realizar todo el trabajo que se pudo hacer durante esos días”. (Luife)

Desde Adana, se realizó el traslado por carretera hacia Elbistan, una ciudad al centro-sur de Turquía en una meseta montañosa de más de mil metros de altura donde en el mes de febrero son normales las temperaturas por debajo de 0ºC.

“Durante el trayecto íbamos viendo destrucción total, edificios colapsados, la carretera destrozada y llena de vehículos que iban y venían. En un momento del viaje se quedó atrás el camión de trasporte por lo que tenía una seria preocupación de que perdiésemos nuestros arcones. Además, la policía que nos interceptó en una zona de unos edificios derruidos “nos solicitó ayuda”, a cambio de ir a buscar nuestro camión y escoltarlo hasta nuestra ubicación, ya que uno de ellos tenía la certeza de que su familia se encontraba sepultada en un edificio cercano, una búsqueda entre las ruinas que resultó infructuosa. Tras este pequeño retraso recuperamos el camión y pudimos proseguir nuestro camino”. (Luife)

Un viaje previsto de unas seis horas para recorrer 500 km. se convirtió en un viaje largo y pesado de más de 12 horas por todos los inconvenientes que se presentan en estas situaciones. Cuando llegaron ya eran las once de la noche.

La llegada

Al llegar a Elbistan, AFAD tenía preparado como Centro de Coordinación Operativa un recinto escolar de educación primaria, con luz eléctrica, para albergar a los voluntarios de AFAD desplazados desde toda Turquía y como centro receptor de víveres y bienes de primera necesidad. El equipo de BUSF, al ser el primer equipo internacional desplazado que llegó a la zona, pudo alojarse en un aula del edificio que utilizaron como campamento base durante su estancia en Elbistan, debido a las grandes inclemencias meteorológicas que esos días asolaban la ciudad con temperaturas nocturnas de -20ºC, donde pudieron descargar todos sus materiales, equipos personales e incluso a los perros que se alojaron junto a ellos.

Equipo canino realizando una búsqueda donde se puede observar la nieve que cubría la estructura

La acción

Todos los días a primera hora se celebraba una reunión y a continuación les desplazaban con dos vehículos a todo el equipo hasta la zona de la ciudad asignada para las tareas de rescate. La protección civil turca era la encargada de seleccionar los escenarios de edificios derrumbados en los que era posible que se encontrasen personas sepultadas, con la información que recibían de los propios ciudadanos.

Las operaciones siempre se realizaron de forma autónoma por parte del equipo BUSF, sin participación de otros equipos, ya que se desplazan con todo el equipo humano y material necesario para realizar su trabajo sin necesidad de ayuda o apoyo externo. Cada equipo tenía una zona asignada. La misión y su objetivo era la búsqueda y localización de personas vivas sepultadas.

Había mucha población en la calle alrededor de hogueras, por las bajas temperaturas. Delante de las ruinas de cada edificio estaban los familiares esperando que les llegase la ayuda para que buscasen a los suyos.

Se realizaban búsquedas con los perros entrenados con el Método Arcón en infinidad de estructuras, e incluso por parte de los integrantes de los equipos se realizaba el “llamado y escucha”, técnica empleada por los equipos de rescate para intentar localizar a personas sepultadas pero audibles en otras estructuras. Había bastantes equipos trabajando y algunos tenían maquinaria que producía bastante ruido por lo que había que pedir a AFAD que se parase la maquinaria pues para las tareas de búsqueda es necesario el máximo silencio.

La jornada de trabajo

La jornada de trabajo era continua, estaban trabajando 24 horas siendo conscientes de que el tiempo es un factor decisivo para encontrar personas vivas. Todos los miembros del equipo estaban siempre juntos, pero al final se solían hacer turnos para poder descansar un par de horas cuando se podía. A lo largo de la emergencia se fue trabajando en las necesidades que tenían las autoridades turcas, intentando dar el máximo apoyo posible, cerca del final de la intervención en primera respuesta, los últimos días de la estancia se estuvo trabajando en un EDAN -evaluación de daños y análisis de necesidades-, para la posterior ayuda en post-emergencia, tan necesaria e imprescindible tras la catástrofe, que BUSF envió en el mes de marzo, un mes después del terremoto, que consistía en kits de alojamiento (tiendas de campaña de gran capacidad, estufas, sacos de dormir, colchones, generadores eléctricos, material escolar…).

Las comidas

Habían llevado comida para varios días para poder ser autónomos pues nunca se sabe dónde se va a llegar y cuál es la capacidad y disponibilidad de alimentos de las zonas afectadas por las catástrofes. En este caso la protección civil turca estaba muy bien organizada, había puestos de comida en el Centro y por las calles, con kebab, sopas calientes, y alimentos para abastecer a toda la población. Había mucho voluntariado.

La relación con la población era magnífica. Continuamente les daban comida, ropa de abrigo, sopa, café, etc.

El tercer día: el rescate. “Casualidad y Causalidad”

El tercer día sobre las 14:30 fueron desplazados a un edificio colapsado donde se preveía que podía haber personas sepultadas, pero a su llegada ya se encontraba un equipo suizo trabajando. AFAD tuvo una pequeña confusión y les mandó a los dos equipos al mismo lugar por una serie de errores de información de los propios ciudadanos. Al llegar Luife ofreció colaboración al equipo suizo por si fuera necesaria, denegando la ayuda pues comentaron que no era necesaria. Estando en esa zona comentó un voluntario de AFAD que podría tratarse de una equivocación pero que una calle atrás de ese lugar se encontraba otro edificio colapsado donde había familiares que estaban en contacto con su propia hermana sepultada, desplazándose inmediatamente al lugar. “Casualidad”. Sabían que bajo las ruinas había una madre con dos hijas. El padre y su hermano llevaban todo el tiempo desescombrando a mano, junto a los propios vecinos.

“Una vez en el lugar, me pongo en contacto con el hermano y a través de Berker (traductor) le traslado la necesidad de tener toda la información posible de la situación (número de plantas del edificio, planta en la que residen y se pueden encontrar, distribución del hall del edificio, distribución de la vivienda, en qué lugar de la vivienda se pueden encontrar…) una vez recibida la información, entro dentro de la estructura colapsada, a través de un butrón realizado por los vecinos, junto a Berker y el hermano de las víctimas para realizar el “llamado y escucha” y poder confirmar la existencia de la persona sepultada, tras el segundo intento de contactar con la víctima escuchamos un leve y tenue “EVET”, que significa sí en turco, teniendo la certeza ya al 100% de que se encuentra viva, en ese contacto con la persona nos comenta que se encuentra atrapada junto a su hermana y su madre, y que no sabe cómo se encuentran ellas. Planteando el trabajo inicialmente para el rescate de tres personas.

Luife trabajando dentro de la estructura del rescate, cortando unos hierros que impedían el avance

Nos reunimos todo el equipo y traslado la información y la confirmación de la persona sepultada, a partir de ese momento todos entramos en funcionamiento y empezamos a realizar las labores asignadas a cada uno. En primer lugar, empleamos los perros de rescate para confirmar el punto de mayor emanación de las partículas odoríferas que desprende la persona viva sepultada, en nuestro argot del Método Arcón denominado “RAFTs”, esta acción es muy importante para determinar el punto más concreto para empezar las labores de desescombro ya que una desviación de centímetros en el inicio de las maniobras puede traducirse en horas de trabajo que afectarían negativamente sobre las posibilidades de sacar al sepultado con vida. Mientras la Unidad Canina de Rescate está analizando y realizando su labor, los especialistas en desescombro están preparando el material necesario para apear y apuntalar la estructura colapsada para que los miembros del equipo puedan trabajar con una “mínima seguridad” que permita abandonar la estructura en caso de posibles réplicas del terremoto”. (Luife)

Tibu, el ejemplar canino que marcó el punto de mayor emanación de la víctima en el rescate, realizando una búsqueda nocturna

El primer perro “Tibu” localizó rápidamente el punto de máxima emanación. Y una vez apuntalada la estructura en su inicio, se trasmite el plan de acción a todos los miembros el equipo y comenzamos las labores de desescombro. Las primeras acciones que tienen lugar en los primeros cinco metros de la estructura se realizan en un confinamiento de unos 70-60 centímetros de altura, que resulta ser la parte más amplia de toda la estructura, a medida que las labores de desescombro van avanzando esa altura va disminuyendo hasta llegar a las sepultadas. Fue un duro trabajo realizado a mano y con herramientas manuales en la mayor parte, que llevó al equipo unas 7 horas hasta tener el primer contacto visual con la sepultada. Anteriormente se pudo localizar a la madre de la superviviente totalmente sepultada y atrapada ya que solo se podían ver sus miembros inferiores, fallecida en el acto tras el colapso del edificio. La superviviente era Berivan Yilmaz, una mujer de 24 años de edad, a día de hoy se encuentra casi recuperada al completo de las lesiones que tuvo derivadas del colapso.

En todo momento se tuvo el apoyo de los trabajadores de AFAD, los familiares y la población de Elbistan, que se pusieron a disposición ante cualquier requerimiento o necesidad. Tras 7 horas de trabajo y un túnel de unos 22 metros de longitud se consiguió establecer contacto físico con ella y con su hermana que se encontraba bajo ella, pero que al igual que su madre falleció en el momento del colapso debido a las lesiones que presentaba. Es en este momento cuando los sanitarios del equipo entran a realizar la primera valoración que es limitada porque la víctima se encuentra muy atrapada.

Equipo sanitaro de BUSF realizando la estabilización de la víctima antes de su extracción del colapso

“La situación clínica es grave, ella estaba inestable. Las actuaciones sanitarias se centraron en la rehidratación, comenzando de forma oral ya que era el único acceso disponible, la sepultada solo podía mover levemente la mano derecha y ella nos ayudaba a coger una jeringa que fue lo primero que usamos para poder darle agua e hidratarla, cuando fue posible se canalizó vía intraósea que fue sustituida por intravenosa, la estabilización clínica y la analgesia”. (Cindia)

“Fueron 14 horas duras de rescate de trabajo intenso hasta poder extraerla y ponerla “en manos” de las autoridades sanitarias turcas. Hubo que hacer un túnel de entre 22 y 25 metros. Lo más difícil, desde el punto de vista profesional, fue liberarla del amasijo de hierros, acero y escombros donde se encontraba y extraerla sin empeorar sus lesiones, dedicamos unas 7 horas a liberarle en primer momento ambas piernas y posteriormente el brazo izquierdo ya que se encontraba atrapado entre una viga y el marco de una puerta acerada haciendo un bloque, algo que nos retrasó en su extracción ya que era imposible moverlo de forma manual y cortarlo sin dañar a la víctima, incluso se llegó a considerar la posibilidad de amputarle un brazo para poder extraer el cuerpo con vida. Finalmente, se la pudo salvar sin necesidad de esa solución traumática gracias a una “idea de bomberos”, frase que suele usarse de forma despectiva, pero que surge de la necesidad que tenían los bomberos antiguos de realizar trabajos con “medios de fortuna” para resolver de forma favorable cualquier situación. Fue un momento de bloqueo que salvamos por la idea de Tino, uno de nuestros compañeros, cuando estábamos reunidos en una hoguera buscando una posible solución. Fue en ese instante cuando vimos en el suelo un gato hidráulico de los que se usan para elevar los vehículos, y se le ocurrió la brillante idea de usarlo colocado al revés con la base en la viga del techo y con un suplemento en la parte acerada de la puerta para hacer presión sobre ella para poder bajar los centímetros necesarios para liberar el brazo atrapado: fue un momento de “liberación” y euforia para todos, en ese momento supimos que la íbamos a sacar de la estructura con vida.

Traslado de la víctima hacia la ambulancia de las autoridades sanitarias turcas

Y hablamos de “Causalidad” porque el trabajo que se realizó y la extracción de la víctima con vida es consecuencia del buen hacer del grupo, de la experiencia, de la formación continua, de la dinámica y metodología del equipo de trabajo, de conocerse en profundidad profesionalmente… Una mezcla que hace que se realice un rescate desde la excelencia”. (Luife)

El regreso

La salida de Elbistan se produjo el 11 de febrero. La decisión de volver se adoptó de forma conjunta con las autoridades turcas; a cinco días del inicio del terremoto las posibilidades de encontrar gente con vida eran muy complicadas debido a las duras condiciones climatológicas de Elbistan con máximas de -4ºC y mínimas de -20ºC, además el gobierno turco comenzaba las tareas de post-emergencia, con labores de reconstrucción de los servicios esenciales para la población.

Todos los equipos internacionales de rescate se retiraron a la vez el mismo día. Varios equipos regresaron en el mismo avión. Llegaron a casa el lunes 13 de febrero, una semana después de ocurrido el terremoto con la satisfacción de haber cumplido con su misión humanitaria, sabiendo que sucederán otras catástrofes en las que serán necesarios.

Sensaciones

“La realidad supera cualquier simulación o ejercicio que hubiésemos podido realizar anteriormente. Las condiciones del rescate sobrepasaban cualquier dificultad que nos hubiésemos podido imaginar.

Pasamos mucho frío, tuvimos temperaturas de -20 grados. Se producían patinazos continuos por el hielo.

Cuando abandonas un escenario de tragedia en el que han muerto más de 50.000 personas y dejas un paisaje desolado te vas sin querer irte sabiendo toda la ayuda que necesitan.

No es sólo una semana de sacrificio en la intervención durante el terremoto, es una vida de sacrificio, dedicación, formación y exigencia, para poder realizar nuestro trabajo lo más profesional y de la manera más óptima.

Muy orgullosa del gran trabajo en equipo realizado, de nuestro entrenamiento en la ONGD; este rescate es la confirmación de esto”. (Cindia)

Las ventajas de los grupos pequeños de rescate

“Nos movilizamos rápidamente, a las 24 horas de producirse el terremoto ya estábamos trabajando sobre el terreno. Nos conocemos bien, estamos entrenados para trabajar juntos, fruto de la experiencia de formarnos en conjunto con la misma metodología y por la experiencia de haber coincidido y trabajado conjuntamente en múltiples catástrofes, nos entendemos perfectamente entre nosotros. Esto supone una gran ventaja sobre los grandes grupos de rescate con muchos recursos y materiales muy pesados y con dotaciones superiores a las 50 personas que no permiten una movilización inmediata. Nuestro equipo es más flexible y versátil que las grandes unidades muy numerosas; esa es una de nuestras ventajas como equipo de intervención de primera respuesta donde las 72 horas iniciales son fundamentales cuando hablamos de la supervivencia de las personas sepultadas”. (Luife)

Redacción OPRA
Author: Redacción OPRA

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Utilizamos cookies propias y de terceros que permiten al usuario la navegación a través de una página web (técnicas), para el seguimiento y análisis estadístico del comportamiento de los usuarios (analíticas), que permiten la gestión de los espacios publicitarios que, en su caso, el editor haya incluido en una página web (publicitarias) y cookies que almacenan información del comportamiento de los usuarios obtenida a través de la observación continuada de sus hábitos de navegación, lo que permite desarrollar un perfil específico para mostrar publicidad en función del mismo elaboración de perfiles (análisis de perfiles). Si acepta este aviso consideraremos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies. View more
Cookies settings
Aceptar
Rechazar
Privacidad y Política de Cookies
Privacy & Cookies policy
Cookie name Active

Quiénes somos

La dirección de nuestra web es: https://opra.info

Comentarios

Cuando los visitantes dejan comentarios en la web, recopilamos los datos que se muestran en el formulario de comentarios, así como la dirección IP del visitante y la cadena de agentes de usuario del navegador para ayudar a la detección de spam.

Medios

Si subes imágenes a la web, deberías evitar subir imágenes con datos de ubicación (GPS EXIF) incluidos. Los visitantes de la web pueden descargar y extraer cualquier dato de ubicación de las imágenes de la web.

Cookies

Si dejas un comentario en nuestro sitio puedes elegir guardar tu nombre, dirección de correo electrónico y web en cookies. Esto es para tu comodidad, para que no tengas que volver a rellenar tus datos cuando dejes otro comentario. Estas cookies tendrán una duración de un año. Si tienes una cuenta y te conectas a este sitio, instalaremos una cookie temporal para determinar si tu navegador acepta cookies. Esta cookie no contiene datos personales y se elimina al cerrar el navegador. Cuando accedas, también instalaremos varias cookies para guardar tu información de acceso y tus opciones de visualización de pantalla. Las cookies de acceso duran dos días, y las cookies de opciones de pantalla duran un año. Si seleccionas «Recuérdarme», tu acceso perdurará durante dos semanas. Si sales de tu cuenta, las cookies de acceso se eliminarán. Si editas o publicas un artículo se guardará una cookie adicional en tu navegador. Esta cookie no incluye datos personales y simplemente indica el ID del artículo que acabas de editar. Caduca después de 1 día.

Contenido incrustado de otros sitios web

Los artículos de este sitio pueden incluir contenido incrustado (por ejemplo, vídeos, imágenes, artículos, etc.). El contenido incrustado de otras webs se comporta exactamente de la misma manera que si el visitante hubiera visitado la otra web. Estas web pueden recopilar datos sobre ti, utilizar cookies, incrustar un seguimiento adicional de terceros, y supervisar tu interacción con ese contenido incrustado, incluido el seguimiento de tu interacción con el contenido incrustado si tienes una cuenta y estás conectado a esa web.

Con quién compartimos tus datos

Si solicitas un restablecimiento de contraseña, tu dirección IP será incluida en el correo electrónico de restablecimiento.

Cuánto tiempo conservamos tus datos

Si dejas un comentario, el comentario y sus metadatos se conservan indefinidamente. Esto es para que podamos reconocer y aprobar comentarios sucesivos automáticamente, en lugar de mantenerlos en una cola de moderación. De los usuarios que se registran en nuestra web (si los hay), también almacenamos la información personal que proporcionan en su perfil de usuario. Todos los usuarios pueden ver, editar o eliminar su información personal en cualquier momento (excepto que no pueden cambiar su nombre de usuario). Los administradores de la web también pueden ver y editar esa información.

Qué derechos tienes sobre tus datos

Si tienes una cuenta o has dejado comentarios en esta web, puedes solicitar recibir un archivo de exportación de los datos personales que tenemos sobre ti, incluyendo cualquier dato que nos hayas proporcionado. También puedes solicitar que eliminemos cualquier dato personal que tengamos sobre ti. Esto no incluye ningún dato que estemos obligados a conservar con fines administrativos, legales o de seguridad.

Dónde enviamos tus datos

Los comentarios de los visitantes puede que los revise un servicio de detección automática de spam.
Save settings