El ahogamiento es una de las primeras 5 causas de mortalidad en la franja de edad de 1 a 14 años (OMS 2023).
En España, el accidente acuático siempre está entre las primeras causas de muerte no intencional, y lo curioso es que en los ahogamientos, los/as niños/as mueren por la irresponsabilidad de los adultos. Esto ocurre porque no hay campañas específicas durante todo el año para concienciar sobre los riesgos del medio acuático. (Dr. Roberto Barcala, catedrático en socorrismo en la Facultad de Ciencias de la Educación y el Deporte de la Universidad de Vigo).
LA PREVENCIÓN DEL AHOGAMIENTO DE NIÑOS/AS
- Bajo ningún concepto se debe dejar al niño/a solo/a o al cuidado de otro niño/a.
- Cuando los bebés o niños/as pequeños/as estén dentro o alrededor del agua deben de estar al alcance del adulto/a a una distancia máxima de un brazo.
- No deje objetos flotando en la piscina que atraigan al niño/a.
- El hecho de que un menor sepa nadar no implica que no se puede ahogar, por ello es fundamental la supervisión del adulto/a en todo momento. Saber nadar no implica tener la destreza necesaria para no ahogarse. Aprender a nadar y manejarse con destreza en el agua es fundamental para la seguridad acuática de los/as niños/as. (Dra. María del Castillo, profesora en la Facultad de Ciencias del Deporte y Educación Física de la Universidad de A Coruña).
- Los flotadores o hinchables de cualquier tipo no son elementos de seguridad, salvo que sean chalecos homologados. (Dra. María del Castillo, profesora en la Facultad de Ciencias del Deporte y Educación Física de la Universidad de A Coruña).
- Vallar las piscinas domésticas para evitar que los/as niños/as puedan acceder a ellas cuando no hay supervisión adulta.
- Vaciar cualquier recipiente con agua después de su uso.
- Los asientos de baño para bebés nunca deben considerarse como un sustituto de la vigilancia por un/a adulto/a.
- Cuando un niño se extravíe en un lugar donde hay piscina, el primer lugar donde hay que mirar es en la piscina.