Tras un gran incendio como el del edificio Windsor, o tras el incendio forestal de Guadalajara, u otros grandes incendios con gran número de víctimas o grandes pérdidas, o de gran impacto social, se echa en falta una Comisión técnica de investigación de incendios, profesional e independiente que investigue lo ocurrido, averigüe todos los factores que han concurrido en el siniestro, obtenga conclusiones y plantee propuestas para que no se vuelvan a producir los mismos hechos.
Autor: Javier Larrea. Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes
Publicación: Blog Emergente de Javier Larrea ⋅ 24 de julio de 2014
Pero esto, en España, no existe, y tampoco en ninguna de las Comunidades Autónomas. El Ministerio de Fomento (Transportes) ha reproducido el modelo existente en los países anglosajones y desde hace bastantes años ha ido creando tres Comisiones de Investigación de Accidentes:
– CIAIM, Comisión de investigación de accidentes e incidentes marítimos (1988)
– CIAIAC, Comisión de investigación de accidentes e incidentes de aviación civil (1998)
– CIAF, Comisión de investigación de accidentes ferroviarios (2007)
En ninguno de los tres casos lo ha sido por iniciativa propia sino, por mandato de la ONU en el ámbito marítimo en 1988, por una Directiva del Consejo de Europa en el ámbito aéreo de 1994, y por una Directiva de la Comisión Europea en el ámbito ferroviario de 2004.
Estas tres comisiones, con carácter general, tienen como fin principal realizar las investigaciones e informes técnicos de todos los accidentes graves para determinar las causas técnicas que los produjeron y formular recomendaciones al objeto de tomar las medidas necesarias para evitarlos en el futuro. Las investigaciones realizadas no persiguen la determinación de responsabilidades ni la atribución de culpa.
Los documentos oficiales expresan que las comisiones son independientes en su funcionamiento y la mejor manera de garantizar su libertad es tener el más alto grado posible de independencia funcional. Claro que, no debemos de olvidar que el presidente, la secretaría y los miembros que componen las comisiones son nombrados por el Ministerio. Tengamos presente que averiguar las causas de un accidente es descubrir los fallos, a veces de las organizaciones y de las personas que las dirigen y en el caso de “Transportes”, las infraestructuras, a veces en régimen de monopolio pertenecen al Ministerio, y también un gran número de sus empleados, con las limitaciones que esto puede suponer para llevar a cabo una investigación imparcial y neutral. No obstante, creo que es muy bueno que los accidentes se investiguen desde una perspectiva técnica, al margen de las investigaciones judiciales donde pugnan todo tipo de intereses: individuales, corporativos, personales, mercantiles, sectoriales, gremiales, administrativos, políticos, e incluso legislativos. La Justicia tiene por objeto dirimir responsabilidades, busca culpabilizar y condenar, no tiene como objetivo investigar para prevenir y alguien tiene que hacerlo. Además, los resultados de dichas investigaciones deben hacerse públicos.
Sin embargo, el Ministerio de Interior no ha adoptado, ni parece que esté entre sus intenciones, ninguna iniciativa tendente a crear ninguna comisión de investigación desde una perspectiva preventiva, por lo que no parece que en un futuro próximo disfrutemos de las conclusiones y recomendaciones de una comisión investigadora de incendios.
Esperemos que no se les ocurra, tras leer estas líneas, encomendar dicha misión a la UME.
Un comentario en «¿Para cuándo una Comisión de investigación de incendios?»