Los VMP -Vehículos de Movilidad Personal-, conocidos como patinetes eléctricos, están aumentando poco a poco su presencia en nuestras ciudades debido a su reducido precio y a la movilidad que proporcionan. Pero, estos patinetes funcionan con baterías de poca autonomía que han de ser recargadas continuamente y esta recarga se realiza principalmente en los domicilios. Es precisamente este proceso de recarga el que está produciendo nuevos accidentes domésticos en los hogares, principalmente incendios y explosiones e intoxicaciones. El último suceso de este tipo ocurrió en Aranda de Duero (Burgos) el lunes 18 de abril cuando a las nueve de la noche tuvieron que ser atendidos en un domicilio particular un hombre y una mujer debido a la inhalación del humo y los gases producidos por el incendio de la batería de un patinete.
Nos hacemos eco del estudio elaborado por la Fundación MAPFRE sobre los riesgos de los patinetes eléctricos entre los que se incluyen los del proceso de recarga.
Se deben tener en cuenta estos consejos básicos:
- Utilizar el cargador indicado por el fabricante.
- Usar las baterías recomendadas por el fabricante.
- No trucar el patinete para que alcance más potencia, pues ello eleva el riesgo de incendio.
- No realizar la recarga junto a materiales que puedan arder, como alfombras o cortinas.
- No recargar el patinete cuando está mojado.
- No recargar el patinete tras haber sufrido un golpe que afecte a las baterías.
- Nunca dejar a cargar el patinete sin supervisión.
- Y, por supuesto, no conectar muchos equipos al mismo enchufe o regleta.
Estas medidas de prevención hay que extenderlas a las bicicletas eléctricas.
El artículo está muy bien pero falta una mención clara a la falta de vigilancia estadística.
¿Quien recopila los datos de estos incendios?
Nadie. 100 cuerpos de bomberos en España y al final queda la casa sin barrer.
Pablo, tienes mucha razón con tu comentario.
Los servicios de bomberos españoles no se distinguen por la calidad de sus estadísticas. Los bomberos tienen demasiada prisa por apagar los incendios y volverse corriendo a su parque sin realizar una adecuada recogida de datos que serían muy importantes para poder realizar prevención. Hace años adapté una frase popular par aplicar al espíritu de la mayoría de los servicios de bomberos: «Apaga y vámonos». Una frase trágica para la prevención de incendios.
Esto depende del jefe de la intervención de bomberos, por lo que me temo que desde las jefaturas no se dan las instrucciones adecuadas, ni se imparte a los mandos la correcta formación en materia de prevención de incendios.
Así que no sabremos cuantos patinetes han ardido, de la misma forma que no sabemos cuantos tostadoras han provocado un incendio.
Saludos.
Estimado Javier, mi nombre es Raúl Esteban y soy responsable de uno de los muchos y modesto servicio de Bomberos que tenemos en España.
Los bomberos realizan una memoria anual donde se pueden comprobar perfectamente las intervenciones, con sus estadísticas de intervención.
Si bien es cierto que la frase «apaga y vámonos» vine de servicios con trayectorias de Jefaturas pasadas. La evolución de los servicios de Bomberos en las ultimas 2 décadas esta siendo brutal. Jefaturas mas técnicas, PRL, mas prevención en industrias, mayor numero de Planes, procedimientos, instrucciones…………. en fin nada que ver con años anteriores .
Por este motivo quizás lo que falta es un órgano que recopile y analice las intervenciones de los servicios nacionales.
Nos pasa lo mismo con las enfermedades laborales, no existe registro en seguridad social, como mucho, y pasando de puntillas en salud laboral de cada departamento.
Un saludo.
Enhorabuena Raúl, si tu servicio de bomberos es diferente a la mayoría y os tomáis realmente en serio el parte de intervención.
La verdad es que si el responsable de la elaboración nacional de las estadísticas de Bomberos, que no es ni más ni menos que la Dirección General de Protección Civil según el Real Decreto 1053/1985 de 25 de mayo sobre la ordenación de la estadística de los servicios contra incendios y de salvamento, no hace su trabajo, es difícil exigir que todos los demás lo hagan bien.
La mayoría de las memorias de servicios de bomberos que conozco son absolutamente endogámicas y recogen principalmente datos internos, número de intervenciones clasificadas por tipo, zonas de intervención, y exhaustivos datos de plantilla, horas de intervención, vehículos, etc., etc. Pero, muy pocos datos de la sociedad a la que sirven. Sin extenderme demasiado voy a poner algunos ejemplos:
– Por lo general, no se recoge información de las víctimas. Son muy pocas las actuaciones en las que hay víctimas heridas y mucho menos fallecidas, por lo cual la recogida de estos datos no supondría un gran esfuerzo adicional. Tan solo hay que preocuparse de registrar si ha habido víctimas, su número y que ha ocurrido con ellas. Además, se puede y se debería recabar toda la información necesaria a los otros servicios públicos o privados intervinientes. Afortunadamente, desde que la APTB y Fundación Mapfre realizan el Estudio de víctimas mortales de incendios es un dato al que se presta más atención.
– Apenas se recogen daños del siniestro, aunque podrían ser de extrema utilidad a los ciudadanos que han sufrido un siniestro cuando tengan que afrontar o realizar alguna reclamación (propia o ajena) a las compañías de seguros o a terceros. Rellenar este dato supondrá un gran servicio a los ciudadanos.
– No suele haber una revisión exhaustiva del parte y de su contenido por parte de los mandos supervisores, lo que no motiva para que se completen adecuadamente. Con la lectura del parte de intervención, en pocas ocasiones se sabe con detalle lo que ha ocurrido. Se presenta la incongruencia de que muchos de los datos que no se han recogido en el parte se pueden leer en la prensa al día siguiente.
– Otro dato relevante y con una carga humana importante es el de las personas salvadas por la intervención del servicio de bomberos y que de no haber sido rescatadas hubiesen sufrido graves consecuencias o la muerte. Este dato podría ser muy útil para exponer ante los ciudadanos los resultados de la actividad bomberil. Tampoco se recogen datos sobre el número de personas evacuadas en los incendios de edificios o en otras actuaciones. Aunque todos los servicios de extinción de incendios son también de SALVAMENTO no conozco ningún servicio de bomberos que sepa cuantas personas ha salvado al año ni cuantas personas han sido evacuadas en los edificios en los que ha tenido incendios.
Y para acabar, un apunte que tiene que ver con la reflexión que ha iniciado Pablo C., ¿por qué no sabemos cuántas personas mueren al año por incendios o intoxicaciones debidas al uso de brasero de carbón y leña? La respuesta es fácil: porque nadie recoge esos datos que serían necesarios para prohibir esos artilugios asesinos.
Gracias por tu comentario, Raúl.
Saludos, y ojalá podamos saber el año que viene cuantas bicicletas y patinetes eléctricas han sufrido y provocado incendios y daños.
Supongo que la raíz del problema de la prevención de incendios es la falta de investigación de éstos.
De la Oficina Técnica de Prevención de Bomberos de Vitoria-Gasteiz nos han enviado una interesante información que reproduzco.
“Sólo en lo que va de año (hasta la publicación de esta noticia en mayo de 2022) hemos tenido tres incendios de patinetes:
– Uno muy grave que afectó a todo el bloque de viviendas y que no tuvo consecuencias trágicas porque el patinete se estaba cargando en una vivienda en el bajo del edificio. Los ocupantes ganaron la calle sin problemas, pero hubo que rescatar con capucha de salvamento a los vecinos de los pisos superiores. Lamentablemente el afectado dejó la puerta de acceso a la vivienda abierta inundando la caja de escalera de humo Se evacuaron 13 vecinos de los tres pisos superiores y en el incendio del patinete murieron los dos gatos del dueño del mismo.
– Otro en el que el patinete se incendió a pesar de que llevaba varios meses sin uso.
– El tercero tuvo lugar al apagarlo tras llegar en él al domicilio.
Parece que asociamos los problemas al proceso de carga, pero somos los primeros sorprendidos al comprobar que más a menudo de lo que creemos no es así.”