Los simulacros de emergencia propagandísticos

Los simulacros de emergencia son la manera en la que contrastar la utilidad y eficacia de la planificación de la respuesta a las emergencias prevista en los planes de autoprotección/emergencia de una instalación o actividad, pero a veces no prevalece ese fin, sino la propaganda positiva que genera al organizador.

Autor: Javier Larrea. Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes
Publicación: Web OPRA www.opra.info • 22 de abril de 2024

La parte práctica de un plan de autoprotección se efectúa mediante la realización de simulacros. Su ejecución es positiva, pero quiero advertir de los peligros de la satisfacción de disponer del Plan y de la autocomplacencia de la realización de los simulacros cuando se planifica pensando en la publicidad que reportan.

Objetivo de un simulacro

El objetivo de un simulacro de emergencia es, precisamente, plantear una supuesta situación de emergencia en la que aplicaremos el plan que tenemos establecido para esa contingencia. Es, por tanto, eso, una simulación, una farsa; es de mentira; no es la realidad. El simulacro va a servir para conocer si nos sale bien lo que habíamos planificado que teníamos que realizar en el lugar que habíamos decidido hacerlo y en el orden en que habíamos prefijado y en el momento previsto. Al contrario que en las emergencias de verdad, en el simulacro casi todo está previsto, no se nos ha escapado casi ningún detalle. Todo nos sale de acuerdo con el plan. Cuando finaliza, todos nos felicitamos por el éxito. A ninguno se le ha olvidado su papel, incluso, algunos pequeños fallos que hemos cometido nadie los ha visto. Hemos triunfado. ¡Alegría! ¡Somos estupendos! ¡Somos los mejores!

Pero, la realidad habría sido de otra manera, lo sabemos los que estamos implicados en los servicios de emergencia y conocemos las dificultades de la coordinación de emergencias. Bienvenidos sean los simulacros, nos hacen mucha falta, pero, no es oro todo lo que reluce.

Simulacros de propaganda

Algunas veces, el objetivo de los simulacros puede ser propagandístico y no es por ello que no resulten útiles, simplemente es que los simulacros “técnicos” han de tener otro objetivo: el de comprobar la eficacia de nuestra planificación para una situación de emergencia y detectar todo aquello que no había sido adecuadamente previsto o no ha salido del todo bien.

En los simulacros de propaganda (mayormente institucionales), esos que se realizan para contar ante los medios de comunicación, hay que tener mucho cuidado con las conclusiones obtenidas en las reuniones de evaluación; pueden ser tan falsas como el simulacro. Si bien, en “petit comité” se comentan los fallos que iban cometiendo los demás, cuando en la mesa del “debriefing” están reunidos todos los actores y los servicios públicos participantes conjuntamente, suele costar reconocer ante los demás que se han cometido fallos y puede darse por bueno el “principio del falso consenso”: todos coincidirán en que todo ha salido perfecto; sobre todo, por las filtraciones que pudiesen hacerse al exterior.

No obstante, he de decir que es mejor hacer un simulacro de propaganda que no hacer ninguno.

No confundir simulacro y ejercicio

A veces se utilizan como sinónimos simulacro de evacuación y ejercicio de evacuación y no lo son. En un simulacro se simula una situación que no ocurre en realidad, pero en un ejercicio de evacuación sí se realiza una autentica evacuación del local, edificio o instalación, por eso no se le debe llamar simulacro sino ejercicio de evacuación.

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Redacción OPRA
Author: Redacción OPRA

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10 comentarios en «Los simulacros de emergencia propagandísticos»

  1. Gracias por el artículo. Supongo que algunos simulacros serán propagandísticos. Un poco en desacuerdo Javier. Realmente si se hace bien, (artº 18 de la nueva Norma básica de autoprotección 524/2023, alguien comprobará lo que no se hizo bien y en ese caso se retroalimentará para su corrección inmediata. Por ejemplo en lo que respecta a simulacros de evacuación ante incendios en un centro corporativo/Educación (No hubo silencio, ventanas abiertas, indicaciones tapadas con objetos, ausencia de planos, instrumentos de alarma inadecuados…etc…). ¿Quién va a decir luego, que fue bien la evacuación de las personas ante tales incorrecciones?
    Así que la figura del evaluador es para mí importantísima. Sea Protección Civil, bomberos, Policía, etc… habrá actualización forzosa en reunión posterior. Me refiero tanto en lo corporativo como en centros educativos/públicos y sus responsables. Lo importante es hacerlo, simulacro o ejercicio, seguir las instrucciones recibidas y hacer un buen análisis crítico de las activaciones .Todo sea por una mejora en la respuesta a las emergencias. Lo demás queda en un segundo plano como sería el ego y su parte emocional o placebo.

    1. Andrés, en lo que te refieres a los centros educativos y otros centros, ya sean públicos o privados tienes razón, suelen ser muy útiles y efectivos.
      Por si no lo había dejado claro, me estaba refiriendo principalmente a lo simulacros de entes institucionales, aeropuertos, metros, etc, que se hacen pocos y cuando se ejecutan sirven más para que directores generales y consejeros salgan en la TV que para comprobar la eficacia del plan.
      Saludos,

  2. ompletamente de acuerdo Javier.

     

    Yo también señalaría que en este país pasamos por una etapa, sobre los años ochenta, en la que no resultaba fácil hacer comprender la necesidad de los simulacros a responsables de todo ámbito, sanidad, industria, administración, etc, con la excepción de educación, a otra relacionada con la industria afectada por accidentes mayores y que también terminó por comprender la necesidad de adaptar sus ritmos de producción y trabajo los días de realización de simulacro más allá de las obligaciones legales para terminar hoy, encontrandonos con simulacros como los que señalas que como muy bien rematas: «… es mejor hacer un simulacro de propaganda que no hacer ninguno».

     

    Enhorabuena por OPRA. Animo con ello.

    1. Gracias, Eugenio. El otro días en la Jornada que celebramos sobre la Calidad de la seguridad contra incendios: Más allá de la normativa, dejamos claro que la legislación de minimos no garnatiza la plena seguridad y por eso hay que perseverar en eso que llamamos cultura de la seguridad y que muy pocos saben lo que es.
      Saludos

  3. Entiendo perfectamente tú preocupación, a la que añadiría Planes de Autoprotección Publicitarios, dónde la implantación es una mera utopía y ni tan siquiera llevar a cabo un simulacro en condiciones reales sería viable, ni publicitario, ni técnico. (ejemplo real: residencia de mayores, dos cuidadoras en turno de noche y 54 ancianos, muchos de ellos en situación de dependencia total) esto es aplicable a hospitales, si alguien se toma la molestia de leer el plan de autoprotección y posteriormente preguntar cuanto personal disponible hay en los turnos, se daría cuenta de que, la realidad supera la ficción, que no pase nada.

    1. Mario, el ejemplo que apuntas siempre nos pone los pelos de punta, por eso en las residencias ha de producirse ese cambio legislativo de la PCI para que todas las residencias, independientemente de su altura, superficie u ocupación sean igual de seguras y tengan las máximas condiciones de seguridad: sectorización, detección en todos los espacios y extinción automática en todas, todas, las residencias, y por supuesto sin olvidar la formación en prevención de incendios del personal.
      Saludos,

  4. En este mundo de los simulacros hay de todo como en botica. Pero hay mucho, muchísimo de: solventar la papeleta, salir del paso, imagen de que se realizan… Vamos cubrir el expediente ante la inspeccion, seguro de riesgos o público en general. Hay demasiada gente que piensa que no va ha ocurrir el siniestro que desencadene la ejecución del plan.
    Otra cosa, efectivamente, son los ejercicios. El personal profesional o involucrado directamente ante la intervención SÍ que tiene conciencia de la importancia y mejora de los resultados.
    Mi opinión es de educar y mentalizar a las posibles víctimas, osea TODOS, de la necesidad de su realización y optimizacion ya que va nuestra vida y la de nuestros familiares en ello.

  5. Ciertamente hay quien confunde simulacro con exhibición. A veces solo se monta una película con el final feliz de un ficticio guión para cubrir el expediente. Recuerdo que en cierta ocasión supervisé un simulacro en una gran empresa, en donde el ejercicio de evacuacion se consideró todo un exito en tiempo y lugar. Pero mi evaluación fue negativa al respecto…al señor director general no le apeteció colaborar y se quedó en su despacho. No le apeteció «jugar». Mi valoración fue concisa y clara; el ejercicio había fracasado.

  6. Totalmente de acuerdo…
    Yo me conformaría, con que todos los establecimientos que deban disponer de Plan de Autoprotección, lo tengan actualizado, implantado y probada su eficacia con los simulacros o ejercicios, sean propagandísticos o no…
    Por cierto, ¿Qué sabemos de la derogación de la Norma Básica de Autoprotección?

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