Te habrás preguntado por qué unas víctimas tienen mucha repercusión mediática y mucha atención social y otras poca o ninguna. Imitando el sistema de clasificación de los equipos de las competiciones deportivas en categorías, te ofrezco esta escala de 12 niveles.
Las categorías están ordenadas de mayor a menor en nivel de importancia según la repercusión y atención que recibe cada tipo de víctima por parte de la sociedad en los medios de comunicación o por los grupos sociales o políticos y por las ayudas que se reciben.
Las categorías de víctimas
Si tienes un accidente, en función del tipo de víctima que seas, tú o tu familia y tus seres queridos y tu entorno debéis tener unas expectativas que han de estar en función de este injusto escalafón:
- Si eres víctima de terrorismo juegas en la división de honor.
- Si eres víctima de violencia de genero eres de primera división.
- Si eres víctima de un accidente laboral eres de segunda división A.
- Si eres víctima de homicidio eres de segunda división B.
- Si eres víctima de un incendio estás en tercera división.
- Si eres víctima de un accidente de tráfico eres de primera regional.
- Si eres víctima de un accidente deportivo (esquí, escalada, etc.), segunda regional.
- Si eres víctima de un ahogamiento (por ejemplo, en playa) eres de tercera regional.
- Si eres víctima de un atragantamiento eres de categoría juvenil.
- Si eres víctima de una caída eres de categoría cadete.
- Si eres víctima de una intoxicación por drogas eres de categoría infantil.
- Las víctimas de un suicido no están en ninguna categoría.
Esta categorización ha sido elaborada basándome en mi experiencia de observador y analista social. No es el resultado de una investigación empírica ni ha sido realizada siguiendo el método científico. Es tan solo el fruto de algunas décadas de experiencia en el mundo de la emergencia y la prevención. El orden expuesto puede tener algunas alteraciones que dependerán principalmente de la notoriedad (popularidad) de la víctima y del número de víctimas que se produzcan en un mismo suceso o bien que se produzcan varias víctimas del mismo tipo de forma consecutiva en un breve periodo de tiempo.
NOTA: Aprovecho este decálogo para reafirmar mi postura de que las víctimas han de ser siempre nombradas con su nombre y apellido. Son personas. No deben ser tratadas como si fuesen objetos inanimados o cosas, ocultando su identidad. Si a las víctimas de la división de honor y de la primera división se les otorga el reconocimiento público de su identidad, todas las demás víctimas se merecen el mismo trato. Todas deberían estar en la división de honor.