De entre todas las cosas que pueden provocar sorpresa quizás, la que me deja más estupefacto es la estupidez humana. En enero de este año, 2024, de 46 fallecidos en accidentes de tráfico en vías interurbanas, hubo 15 fallecidos que no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Cuesta imaginar que un policía se niegue a usar el chaleco antibalas ante el riesgo de ser disparado o que alguien ante un naufragio rechace ponerse el salvavidas.
La cifra es alarmante, uno de cada tres víctimas podría haberse salvado si hubiese querido. No me cabe en mi entendimiento que todavía haya alguien en este país que no conozca los riesgos de la circulación, ni la seguridad que ofrece el cinturón de seguridad en caso de accidente.
De 597 personas fallecidas en turismos y furgonetas en el año 2023 en vías interurbanas en España, 138 de ellas que viajaban en turismo y furgoneta no hacían uso del cinturón de seguridad, o sea el 23%. ¿Te lo puedes creer? Casi uno de cada 4 muertos no llevaba el cinturón abrochado.
Uno no sabe si pensar que se trata de la lógica de la selección natural o preguntarse qué sistema tan ineficaz de comunicación tenemos en la sociedad para no haber convencido a estas víctimas que el cinturón de seguridad te salva la vida casi siempre.
¿Por qué no ponerse el cinturón?
Algunas de las excusas que pueden ponerse para no abrocharse el cinturón son como estas:
- Es que es incómodo.
- Es que iba con prisa.
- Es que voy aquí cerca.
- Ya me lo pondré cuando salga a la carretera.
- Si tengo un accidente puedo quedarme atrapado.
- A mí nadie me tiene que decir lo que tengo que hacer.
- Mi seguridad solo me atañe a mí.
Estos son los extraordinarios argumentos que llevan a la tumba a los necios (eso también vale para el casco de protección).
Los accidentes no los tienen los vehículos, los tienen las personas
Según la Dirección General de Tráfico (DGT) los usuarios de turismos que no llevaban puesto el cinturón presentan las cifras más altas de fallecidos y heridos hospitalizados, por encima de otros vehículos como camiones o furgonetas. También que el porcentaje de víctimas que no usan este dispositivo en el momento del siniestro aumenta conforme también lo hace la edad del vehículo en el que viajan. Y que los hombres tienen más probabilidades de no ponérselo que las mujeres. Además, y en consonancia con lo detectado por las investigaciones estadounidenses, en 2022 dos de cada tres conductores fallecidos en vías interurbanas que no llevaban el cinturón abrochado también presentaron, al menos, uno de estos factores de riesgo: velocidad, alcohol y drogas.
Para acabar
Cada vez se echa más en falta esa inexistente asignatura de seguridad que debería impartirse en los colegios con contenidos de seguridad vial, prevención de incendios, primeros auxilios, RCP, manejo del desfibrilador y maniobra de Heimlich, entre otras materias que conviertan a las futuras generaciones en auténticos militantes de la cultura de la seguridad.
¡Ah! Y para terminar, una información importante para que la tengas en cuenta: los accidentes no los tienen los vehículos, los tienen las personas; cuando uno conduce en un vehículo el accidente no lo tiene el coche lo tiene el conductor.
Nota: Imagen de cabecera de la Revista Tráfico y Seguridad Vial de la DGT.