El día 2 de octubre de 2022 nos golpeaba la terrible noticia de que al finalizar un partido de fútbol en un estadio de Indonesia se producía el segundo peor siniestro de la historia ocurrido en un campo de fútbol, con un balance provisional de algo más de 170 personas fallecidas.

Autor: Javier Larrea. Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes
Publicación:
Web OPRA www.opra.info • 3 de octubre de 2022

La cadena de los hechos es la siguiente:

  1. Acaba el partido con un resultado desfavorable para el equipo local.
  2. Los aficionados invaden el campo.
  3. La policía intenta desalojar el campo de juego y gradas con gases lacrimógenos. Es posible que también se lanzasen estos gases en el exterior del estadio.
  4. Los espectadores en su huida provocan una avalancha en las puertas de salida.
  5. Más de cien muertos y centenares de heridos.

Curiosamente la tragedia que ocupa el primer lugar en este infausto ranking ocurrió en el estadio nacional de Lima, en Perú, en 1964, siguiendo prácticamente el mismo guion, y varios de los peores sucesos con numerosas víctimas mortales han ocurrido de la misma manera.

Las causas más habituales

Las condiciones edificatorias en las que están muchas edificaciones deportivas, la sobreocupación de la capacidad de los estadios por parte de los gestores de los estadios y por los aficionados y su comportamiento, y la reacción de los encargados de la seguridad del estadio, son las tres causas en las que podemos agrupar las catástrofes futbolísticas ocurridas hasta ahora.

Y también habría que añadir la falta de planificación (y formación) para dar respuesta a las situaciones que pueden sobrevenir por alguna de las causas mencionadas. Hay un grave problema al desagregar los riesgos que pueden amenazar al público en los estadios y no estar integrados los problemas de seguridad ciudadana dentro de los Planes de Autoprotección, lo que provoca que las policías solo vean en estos acontecimientos un problema de orden público.

Pasión y tragedia suelen ir juntas

El fútbol, deporte seguido y practicado por millones de personas en el mundo, no es tan inofensivo y seguro como pueda pensarse.

A veces la sobreventa de entradas en un estadio en el que no se controla el límite de aforo provoca que cedan las gradas bajo el peso de la concentración de miles de aficionados. En otras ocasiones el mal estado de la estructura de la edificación puede ser la que provoque el derrumbamiento de un muro o una grada.

El exceso de aforo y la consecuente saturación de las gradas se puede convertir en una avalancha de espectadores debido a la imposibilidad de escapar del hacinamiento asfixiante por salidas de emergencia inexistentes, bloqueadas o insuficientes para esa cantidad de gente. Si se produce esta circunstancia, quienes desean escapar mueren aplastados por la multitud ante el deseo común de sobrevivir. Puede ser que en esa aglomeración de gente un grupo enfervorecido de hinchas, llevados por la ilusión de haber ganado o por la rabia de haber perdido, ocasione destrozos, lance objetos al terreno de juego, agreda a otros aficionados o a los jugadores o al equipo arbitral, y a continuación la policía lance gases lacrimógenos para poder controlar a la masa de gente, pero provocando una histeria en las gradas que lleva a la temida avalancha, a la asfixia, al aplastamiento y a la muerte.

Cuando las autoridades policiales no reaccionan ante la entrada masiva de aficionados bien por indiferencia o por carecer de medios técnicos o humanos, aumentan las probabilidades de que se produzca la catástrofe.

Las peores tragedias del fútbol

Prevención Riesgos Accidentes

En esta tabla se recogen las peores tragedias del mundo en partidos de fútbol del siglo XX y XXI que han resultado con un balance superior a 10 víctimas.

Las mayores discrepancias aparecen en el número de fallecidos pues distintas fuentes informan de distintos números de víctimas. Muchas veces las fuentes oficiales minimizan las muertes. Como ejemplo, en el siniestro ocurrido en Mogadiscio en Somalia, las autoridades tan solo reconocieron tres muertes oficiales, mientras los hospitales informaban de un número multiplicado por 20, y no es este el único caso de ocultación de información.

Aunque podamos pensar que hechos como estos son los que han llevado a muchos campos de fútbol a mejorar sus instalaciones y sus medidas de seguridad para evitar más catástrofes y que el fútbol siga siendo un deporte pacífico, lo cierto es que, como se demuestra una y otra vez, no siempre, ni en todos los lugares es así.

Vigila tu seguridad

Casi todos los aficionados a este deporte dan por sentado que las autoridades de su nación y de su ciudad, al igual que los propietarios de los estadios, son muy responsables y suponen que los campos de fútbol, a los que acuden muchos días del año, están bien construidos y diseñados para que estos accidentes no pasen. Pero no siempre es así, por lo que es conveniente hacerse algunas preguntas de autoprotección.

  • ¿Es tu estadio seguro?
  • ¿Sabes que los incendios provocan avalanchas que ocasionan muertes y por eso se prohíbe fumar y lanzar bengalas?
  • ¿Sabes que algunas de estas tragedias han empezado por el lanzamiento de objetos al campo?
  • ¿Sabes que si alguien salta al campo se puede producir un problema de seguridad que acabe en una tragedia? Estate atento si eso ocurre.
  • ¿Conoces bien por dónde tienes que salir del estadio?
  • ¿Si tu salida habitual estuviese bloqueada, sabes cuál es tu salida alternativa?

Y si ves cualquier deficiencia de seguridad, denúnciala.

Artículo relacionado: Planes de Autoprotección I: “Algo estamos haciendo mal”

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Redacción OPRA
Author: Redacción OPRA

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2 comentarios en «El fútbol mata»

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