En el año 2020, según el INE, hubo 81 muertes de ciclistas que supusieron un 6% de todas las víctimas mortales en accidentes de tráfico. Aun siendo una cantidad no muy elevada este porcentaje se está incrementando debido al incremento del uso de la bicicleta en España, por lo que deberíamos reaccionar preventivamente.
Autor: Javier Larrea. Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes
Publicación: Web OPRA www.opra.info • 18 de agosto de 2022
En el análisis del gráfico de los accidentes mortales de ciclistas por tramos de edad y sexo resulta destacable que, del total de 81 víctimas mortales, 78 son hombres (96%) y tan solo 3 son mujeres (por debajo del 4%).
Poniendo nuestra atención en las franjas de edad que mayor accidentalidad presentan nos encontramos con que hay pocas muertes de ciclistas en la infancia, la adolescencia y la juventud, por debajo de los cuarenta años, y es a partir de esta edad cuando se produce un salto cuantitativo notable. En la población comprendida entre los 40 y los 80 años se han producido 66 fallecimientos de ciclistas, o sea el 81%, es decir, una mayoría aplastante de las víctimas mortales. Quiero significar este este dato para los argumentos preventivos que voy a exponer más tarde.
El casco ciclista y la prevención de accidentes
Según estudios de la DGT, el 70% de los ciclistas fallecidos sufrió una lesión cerebral y de ahí, teniendo en cuenta otros estudios indican que el uso de un casco reduce el riesgo de traumatismo craneoencefálico en aproximadamente dos tercios o más, parece más que coherente que el Gobierno desee avanzar en la imposición de la obligación del casco para todos los ciclistas en todas las vías con el fin último de reducir las lesiones graves.
Si damos por sentado que los accidentes más graves por caída de una bicicleta son los traumatismos craneoencefálicos no es de extrañar que las autoridades consideren que el casco es una buena medida de prevención.
Sin embargo, los fabricantes de bicis, y las asociaciones ciclistas no son partidarias de tal imposición. En primer lugar, aducen que el casco no reduce los accidentes y tienen razón, aunque es evidente que sí puede reducir las consecuencias del accidente. Tienen argumentos de peso y entre otros planteamientos se apoyan en experiencias de otros países que demuestran que la obligación del casco ha reducido notablemente el uso de la bicicleta, lo que les preocupa enormemente pues aseguran que un mayor número de bicicletas en las vías públicas les aporta mayor seguridad.
Normativa actual sobre el casco ciclista
Según la legislación española el casco es obligatorio para los ciclistas menores de 16 años cuando vayan en bicicleta en cualquier tipo de vía, urbana, interurbana o cualquier otra.
También es obligatorio para todos los ciclistas que circulen en bicicleta por vías interurbanas, así que hay que llevar el casco por carretera, pero no es obligatorio llevarlo por ciudad.
Sin embargo, partiendo del hallazgo estadístico de que la mayor parte de los ciclistas fallecidos es mayor de 40 años y tan solo un 4% tiene menos de 20 años, se observa cierta incongruencia en la obligatoriedad de la norma sobre el segmento de edad que menos accidentes mortales padece. Así pues, no parece que haya razones técnicas para que las personas adultas tengan más exenciones que los jóvenes, más allá de la sobreprotección con que estamos cuidando a nuestros menores.
Los análisis estadísticos con fines preventivos nos suelen indicar cuáles son los grupos de edad a los que deben dirigirse las medidas y las campañas de prevención, y parece que en este caso está bastante claro en lo que se refiere al uso de la bicicleta: la obligatoriedad del uso del casco debería estar dirigida precisamente a quienes presentan mayor vulnerabilidad.
Esperemos de la sensatez de las autoridades responsables de la seguridad vial que se den cuenta de este desajuste e intenten rectificar pronto para contribuir a alcanzar el objetivo de reducir al 50% las muertes en carretera para 2030.
Características de los cascos ciclistas
Para finalizar, reproducimos esta imagen de la revista Tráfico y Seguridad Vial de la DGT en la que se describen cuáles son las partes principales de un casco homologado para bicicletas y vehículos de movilidad personal (patinetes, segways, monopatines…) y los requisitos de seguridad exigidos.
Recomendación final
Desde OPRA, aunque no sea obligatorio, recomendamos encarecidamente el uso del casco, creemos necesario su uso en todo momento, en todo lugar y para todas las edades como medida conveniente para reducir las consecuencias de los accidentes que puedan sobrevenir.
Y recordemos que los accidentes no los tienen las bicicletas sino los ciclistas.
No estoy en contra del uso del casco, soy el primero en llevarlo en determinadas circunstancias. Ahora bien, no soy nada partidario de este tipo de imposiciones por parte de los gobernantes.
Creo que en general los usuarios habituales de la bicicleta son lo suficientemente responsables como para saber cuándo han de utilizar el casco.
Mario, creo que son muchas las personas que pueden estar de acuerdo contigo en no ser partidarios de las imposiciones gubernativas.
Pero, la realidad parece indicarnos que quienes tienen la responsabilidad de velar por la seguridad colectiva se ven obligados a establecer normas obligatorias para los fabricantes de vehículos y de comportamiento para los conductores y usuarios. Quizás la seguridad vial sea la que cuenta con más normas obligatorias que han venido imponiéndose para evitar un sinfín de accidentes.
Cientos de normas que regulan la circulación en todos los tipos de vías; obligación de circular por la derecha (o por la izquierda según países); cientos de señales diferentes que establecen obligaciones y prohibiciones de por donde circular; límites de velocidad para cada tipo de vehículo; cinturón de seguridad obligatorio para todos en todas las vías; señales de STOP que te obligan a parar; semáforos que te obligan a parar o a circular; etc., etc. En fin, el casco es una herramienta más que sin duda aporta una indiscutible seguridad a quién lo lleva.
En cuanto a la afirmación de tu segundo párrafo de que los ciclistas son los suficientemente responsables para saber cuando han de utilizar el casco, ignoro si tu creencia está basada en argumentos científicos o es tan solo un pensamiento personal. Por mi experiencia no podría yo asegurar que el colectivo de ciclistas sea mas responsable que el resto de conductores, incluso de la observación de los comportamientos de los ciclistas en las ciudades se podría llegar a la conclusión de que son los conductores que menos respetan las direcciones prohibidas, que los conductores de bicicletas son los que menos respetan la prohibición de circular por las aceras y que son también el mayor número de conductores que infringen la prohibición de detenerse ante un semáforo en rojo.
Sé que no todos los ciclistas hacen eso, pero estas infracciones tan significativas de los ciclistas no los coloca como el grupo de los más responsables de saber cuando han de cumplir las normas de tráfico que en definitiva son normas de seguridad que todos debemos cumplir en beneficio de todos.