El verano pasado, entre el 1 de junio y el 30 de septiembre de 2022, murieron en España por el calor más de 3.000 personas de más de 85 años. Las olas de calor no son una broma. Aprendamos a protegernos y tengamos especial cuidado con los mayores.
Autor: Javier Larrea. Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes
Publicación: Web OPRA www.opra.info • 11 de julio de 2023
El presente climático nos depara unos veranos cada vez más calurosos por lo que no debemos despreciar este riesgo y todos tenemos que aprender a adoptar medidas de prevención para evitar los accidentes que pueden ser producidos por el calor.
Qué es un golpe de calor. Síntomas y efectos
Las olas de calor y los golpes de calor (fallo de algunos órganos internos debido a la elevación de la temperatura corporal) son una amenaza para toda la población (especialmente para las personas mayores) por eso vamos a dar un repaso a las características de este fenómeno y recordar las principales medidas preventivas a tener en cuenta.
Uno de los principales problemas es que la gente no es consciente de que es vulnerable a este fenómeno accidental y por lo general se produce una exposición inconsciente a este riesgo. Cuando debido a un golpe de calor el cuerpo no es capaz de regular la temperatura, se sienten unos síntomas que si se ignoran pueden ocasionar incluso la muerte.
Se pueden distinguir dos tipos de golpes de calor, el pasivo, que se produce sin actividad física que lo motive, y golpe de calor por esfuerzo que está asociado a una actividad física importante en situaciones de mucho calor.
El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y ocurre cuando la temperatura del cuerpo sube a 40°C o más y puede requerir tratamiento de urgencia. El golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.
En el inicio se pueden notar algunos síntomas como cansancio, debilidad, mareo, dolor de cabeza, falta de aire, calor en la piel y desasosiego. En una segunda etapa, en la que es necesario actuar inmediatamente, se pueden sufrir calambres, fiebre hasta 40ºC, vómitos, convulsiones, desorientación, y pérdida del conocimiento.
CONSEJOS
Dejando aparte las precauciones que se deban adoptar en el mundo del trabajo donde existen leyes que establecen algunas medidas obligatorias, veamos cuáles son las medidas que debe tomar la población en general: en la esfera personal todo depende de uno mismo. Estos consejos son para tener presentes los días de temperaturas más elevadas (por lo general al alcanzarse más de 37ºC) o cuando se esté pasando una ola de calor (que es cuando se supera la temperatura media en cinco grados durante tres días o más).
Prevenir el golpe de calor con carácter general
- Beber agua y líquidos con regularidad, sin esperar a tener sed. Es decir, permanecer hidratados. Evitar las bebidas alcohólicas, con cafeína y azucaradas.
- Alimentarse con frutas y verduras ricas en agua. Evitar las comidas calientes y de digestión pesada.
- Evitar permanecer al sol en las horas en que el sol caliente más (entre las 12:00 y las 18:00 horas). No exponerse al sol ni quedarse dormido al sol.
- Vestir con ropa ligera y holgada que permita una buena transpiración.
- Cubrirse el cuerpo con ropa de fibras naturales de colores claros y la cabeza con gorras o sombreros. Evitando que el sol alcance la piel se evitan quemaduras.
- Permanecer en espacios protegidos de las altas temperaturas.
- No realizar tareas que exijan mucho esfuerzo físico en las horas de calor.
- Es recomendable estar en compañía de otras personas que puedan ayudarse mutuamente en caso de necesidad.
En la calle y en el exterior
- Enterarse de cuáles son las condiciones climáticas del día antes de salir de casa.
- Aplicarse cremas de alta protección contra el sol antes de salir de casa.
- Si se realiza ejercicio físico al aire libre, evitar las horas de más sol y calor, llevar sombrero y gafas de sol, hacer paradas a la sombra a intervalos regulares e hidratarse continuamente.
- Evitar recibir directamente los rayos del sol, permaneciendo a la sombra todo el tiempo posible, protegiendo la cabeza con gorra o sombrero.
- Disponer de agua para hidratarse y beber agua con regularidad, aunque no se tenga sed.
- Es conveniente estar en compañía de otras personas que puedan ayudarse mutuamente en caso de necesidad.
- Mucho cuidado con los vehículos al sol pues pueden alcanzar temperaturas muy elevadas. Ventilar bien los coches antes de entrar. No dejar nunca a nadie en el interior del vehículo, ni al sol, ni a la sombra. Un vehículo a la sombra puede pasar a estar al sol en unos minutos sin que nos demos cuenta.
En situaciones de exposición voluntaria a los rayos del sol
- Aplicar cremas de protección solar antes de la exposición al sol y después de cada baño.
- Proteger la cabeza con sombrero, visera o cualquier medio, todo el tiempo.
- Limitar la exposición a los rayos directos del sol a cortos periodos de tiempo.
- Situarse a la sombra cada poco tiempo.
- Permanecer hidratado bebiendo agua.
- Bañarse, mojarse o refrescarse con frecuencia.
Cuidados especiales para personas mayores
Las personas mayores son las más vulnerables en este riesgo. Según el registro de exceso de mortalidad realizado por la Universidad Carlos III en el verano del año 2022 fallecieron 4.545 personas mayores de 64 años por las temperaturas elevadas del total de 4.813 personas muertas por esta causa, lo que supone el 94% del total. El 63% tenían 85 o más años.
Por tanto, cuando se trata de personas mayores hay que adoptar especiales medidas de prevención contra las altas temperaturas. Además de tener presentes todas las medidas de prevención que se han mencionado con carácter general se tendrán presentes las siguientes recomendaciones:
- Concienciar a las personas mayores de este riesgo explicándoles los riesgos para que sean receptivas ante las precauciones que deben adoptar.
- Evitar salir de casa durante los días que haya ola de calor, manteniendo en casa temperaturas por debajo de 30ºC.
- Procurar no viajar esos días, pues en los viajes se pueden vivir situaciones en las que no es posible mantener la protección necesaria.
- No exponerse directamente a los rayos del sol.
- Es deseable realizar una alimentación ligera en poca cantidad aunque haya que realizar más ingestas al día.
- Mantener la hidratación continuamente mediante la ingestión de líquidos.