Desde el OPRA venimos advirtiendo sobre los cambios de la siniestralidad en los accidentes de tráfico y el notable aumento del porcentaje de víctimas mortales peatonales sobre el total. Los datos de BCN de 2023 corroboran estos temores.
La Guardia Urbana de Barcelona ha informado que, aunque en 2023 hubo 3 muertes menos que en 2022, de las 20 personas fallecidas en accidentes viarios en la ciudad, 9 eran peatones que han supuesto el 45% de víctimas mortales del total de muertes por tráfico. El segundo lugar lo ocupan los conductores de motos con 8 víctimas y el 40% del total.
Destacan dos causas: desobedecer a los semáforos y cruzar la carretera por donde no se debe. Según las cifras facilitadas hubo 175 siniestros ocasionados por no hacer caso a los semáforos. En el caso de peatones que cruzaron la carretera por un paso no habilitado, el número de incidentes fue de 144.
El jefe de la Guardia Urbana, también ha ofrecido información de los puntos negros de la ciudad identificado las calles en que se han producido más accidentes añadiendo que están estudiando la coincidencia de los accidentes en esos puntos delimitado y analizan las causas para proponer mejoras y reducir su número. Una de las nuevas medidas adoptadas ha sido la del cambio operativo en el procedimiento de siniestros de tráfico del cuerpo de policía barcelonés que mejora el seguimiento de los heridos y con ello se obtienen una mejor información. Ojalá todas las policías locales sigan este ejemplo barcelonés. En 2023 el balance total de 6.857 siniestros registrados con víctimas, ha supuesto una reducción del 16,6 % sobre 2019.
Los vehículos mayormente involucrados en los accidentes han sido los turismos, las furgonetas y los taxis. Pero si hablamos de muertes ganan los peatones.
Aquí está el gran reto de la seguridad vial del siglo XXI para las autoridades de tráfico de las administraciones estatales, autonómicas y locales y para todas las autoridades que intervienen en la prevención de accidentes.