En los primeros ensayos del desfile de las candidatas a Reina del Carnaval de Tenerife se produjo un inusual accidente al hundirse el suelo del escenario al paso de las ruedas que soportan el peso del “traje”. La causa del accidente estriba en que el suelo no soportó el peso de los apoyos del vestido, o dicho de otra manera, porque el peso del “vestido” supera la resistencia del suelo del escenario.
Al parecer el mal llamado traje de fantasía de la candidata que sufrió o provocó el accidente tiene un peso superior a los 1.200 kg.; sí, sí…, más de una tonelada.
Da la impresión de que los diseñadores de estos artilugios han pervertido el concepto de “traje”, y para las candidatas a reina del carnaval ya no es un vestido que portan sobre su cuerpo, sino una especie de “troncomóvil”, como el de los Picapiedra, que arrastran sobre ruedas.
Todo sea por el espectáculo, pero hágase dentro del sentido común que garantice las más estrictas normas de seguridad que eviten los accidentes.
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